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El PNV rectifica y apoya desalojar a ANV

Urkullu reconoce que su partido no ha gestionado de forma inteligente su oposición a la moción de censura del PSOE contra la alcaldesa de Mondragón

El PNV reconsideró ayer su decisión del martes de no apoyar la moción de censura promovida por los socialistas en el Ayuntamiento de Mondragón (Guipúzcoa) tras el asesinato del ex edil Isaías Carrasco y expresó su disposición a desalojar a los alcaldes de ANV de los ayuntamientos que gobiernan. Lo hizo cuando el PSOE ya empezaba a replantearse los acuerdos que ha firmado con los nacionalistas esta misma semana en las Cortes. Pero la marcha atrás del PNV no fue completa para evitar una desautorización pública del sector soberanista de su formación, que lidera Joseba Egibar (presidente del partido en Guipúzcoa), que fue quien se opuso anteayer a la moción de censura.

La dirección peneuvista aprovechó las amenazas de ETA a los militantes socialistas en el comunicado conocido el mismo martes para hacer un viraje y mostrar su disposición a presentar mociones de censura contra los alcaldes de ANV y evitar así que los municipios estén regidos por personas que no tengan "un inequívoco compromiso ético y democrático".

Urkullu no estuvo presente cuando se delegó en Egibar la gestión de la moción
El PSOE advirtió al PNV que su decisión tendría "muy serias consecuencias"
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Previamente, el PNV emplazó a ANV a rechazar de inmediato las amenazas de ETA a todos los militantes socialistas, algo que ayer mismo ya se negó a hacer la portavoz de esa formación independentista, Arantxa Urkaregi. Antes de conocer la decisión del PNV, Urkaregi dijo por la tarde que las mociones de censura son "otra forma de represión más" como las torturas, o las ilegalizaciones.

Pero ayer el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, anunció que su partido presentará mociones en todos los ayuntamientos donde ANV tenga representantes para exigir que dimitan de sus cargos, en caso de no condenar inequívocamente las amenazas de ETA. Será el "paso previo a la presentación de mociones de censura" en todas esas instituciones, según explicó. Mociones de censura que, en todo caso, serán impulsadas con el acuerdo de los demás partidos. La decisión afectaría a unos 15 municipios.

Urkullu no estuvo presente el lunes en la reunión del EBB (Ejecutiva nacional del PNV) cuando se tomó la decisión de delegar en Joseba Egibar la negociación de la moción de censura de Mondragón. Ayer compareció flanqueado por Egibar y la secretaria de la Ejecutiva, Belén Greaves, afín a Urkullu.

El PNV trataba así de reconducir la crisis abierta en su interior -buena parte de la dirección mostró ayer su disconformidad por la decisión de la víspera de Egibar- y con los socialistas en un momento en el que Urkullu está dispuesto a pactar con el PSOE una salida a la hoja de ruta del lehendakari.

Esta semana se han materializado varios acuerdos entre ambos partidos muy favorables para los nacionalistas en las Cortes. Los socialistas, cuando acordaron la presencia del PNV en la Mesa del Congreso y el apoyo socialista durante toda la legislatura para que tenga grupo propio en el Senado, dieron por hecho que los nacionalistas apoyarían la moción de censura en Mondragón para desalojar a ANV de la alcaldía.

De tal modo que el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aseguró ayer que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, se había comprometido con él a que los peneuvistas de Mondragón apoyarían dicha moción de censura. José Blanco advirtió ayer al PNV que si no rectificaba la decisión de la víspera sería "muy difícil" establecer una relación normal con él. Lo mismo dijo el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, al señalar que tendría "consecuencias políticas serias".

Las consecuencias que se empezaron a barajar ayer iban desde la negativa a establecer acuerdos con el PNV hasta retirar su apoyo para que tengan grupo propio en el Senado. El PSOE tuvo desde la tarde del martes una firme presión del PSE para que rompiera las relaciones con el PNV si persistía en su decisión.

El líder del PSE, Patxi López, se lo reclamó a Blanco por exigencia de los socialistas de Mondragón. Blanco mantuvo contactos con Urkullu y el presidente del PNV le pidió tiempo para que su partido pudiera reconsiderar la situación a lo que el dirigente socialista accedió. Urkullu expresó su malestar a Blanco por lo sucedido.

A las siete y cuarto de la tarde, Urkullu hacía pública su reconsideración. Y reconocía que su partido había "gestionado de forma no inteligente" el tema. Reclamó "responsabilidad e inteligencia", pero también extendió la mala gestión a otros partidos. Fuentes de la dirección peneuvista indicaron que en la reunión con los partidos del martes pasado, Egibar fue conminado por el PSE "sin negociación posible" a dar un sí o un no la moción.

Con la nueva posición del PNV sobre la mesa, el secretario general del PSE, Miguel Buen, consideró que la nueva posición del PNV es "un brindis al sol".

Viraje en 24 horas

- Joseba Egibar, el martes: Las mociones de censura contra alcaldes de ANV "no conducen a escenarios progresivos de normalización"

- Iñigo Urkullu, ayer: Si ANV no rechaza el último comunicado de ETA, el PNV presentará mociones pidiendo la dimisión de los alcaldes de esa formación "por no alcanzar el mínimo ético y moral exigible a un representante democrático"

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