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La investigación sobre EADS culpa a 17 ejecutivos de información privilegiada

Los acusados vendieron acciones antes de conocerse los retrasos en el A-380

La Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) de Francia considera que hay evidencias que indican que los altos cargos del consorcio aeroespacial EADS vendieron sus acciones en la firma a tiempo. Es decir, antes de su desplome en Bolsa por los retrasos en sus entregas. Y no lo hicieron por pura casualidad, sino por la ventaja que ofrecían sus puestos.

Francia amenaza con multas hasta de un millón y medio de euros

Tras investigar la situación de la firma desde antes del 14 de junio de 2006, fecha en que la acción del fabricante europeo de aviones perdió el 26% de su valor, la AMF ha estimado que, como mínimo 17 dirigentes y ex directivos de EADS habían utilizado en su beneficio la ventaja de "disponer de información privilegiada" y les considera responsables de ofrecer "información financiera engañosa".

Tras dos años de pesquisas, el gendarme bursátil francés, considera que hay suficientes datos para procesar a los altos cargos de EADS que vendieron sus títulos antes que se diera a conocer el retraso importante en la construcción y la entrega del nuevo A-380. Uno de los copresidentes, el francés Noël Forgeard, obtuvo varios millones de euros de beneficio gracias a la venta (por parte de él y de sus hijos) de los títulos que poseía de EADS antes de su hundimiento en Bolsa.

El responsable de relaciones internacionales, Jean-Paul Gut, también francés, está en la lista de personas a las que acusa la AMF y que hoy ya no figuran en el equipo directivo de EADS. No es el caso de los alemanes Tom Enders, hoy día presidente de la sociedad, o de Hans Peter Ring, que ahora se ocupa de las finanzas y en el momento tenía bajo su responsabilidad la estrategia de comunicación.

En el primer paso de lo que presumiblemente será un proceso largo, la decisión de la AMF abre la puerta a multas de hasta un millón y medio de euros o la obligación de reembolsar los beneficios obtenidos de manera fraudulenta con un recargo que puede llegar a ser hasta 10 veces superior al montante conseguido ilegalmente.

Tras la marcha de Forgeard y la crisis consecuente al retraso del A-380 -debido en buena parte a la mala organización empresarial y a errores técnicos-, EADS entró en una zona de turbulencias de la que ha intentando salir a través de un plan de reestructuración. Comporta la deslocalización y externalización de tareas que se realizaban en las plantas alemanas, francesas o británicas. Las españolas, más recientes y más modernas, apenas se han visto afectadas por la citada reestructuración.

La puesta en cuestión de la dirección de EADS, tanto de la anterior como de parte de la actual, puede desestabilizar de nuevo el grupo. A través de un comunicado, su consejero delegado, Louis Gallois, intentó destacar el lado positivo de la decisión, y explicó que "finalmente EADS y sus ejecutivos afectados estarán en posición de defenderse". La firma les ayudará en su defensa ante la Comisión Sancionadora de AMF, "que decidirá, después de escuchar a las partes, si procede la imposición de sanciones".

Gallois espera que se demuestre que la compañía ha aplicado estándares de excelencia en la comunicación a los mercados y ha actuado con absoluta transparencia. Sin embargo, resaltó también el temor a que este proceso perjudique la imagen de la constructora aeronáutica. Por eso, reclama que se recuerde que debe prevalecer "la presunción de inocencia", y lamenta que el procedimiento legal puede resultar perjudicial para "su reputación". Los sindicatos, por su parte, han reclamado que "la justicia vaya hasta el final". Todos ellos reprochan a Forgeard y sus colegas no sólo un enriquecimiento ilícito, sino una mala gestión del grupo.

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