La crisis pone a prueba a Indra

Indra no está dispuesta a que la crisis que vive la economía mundial, ni algunas recientes advertencias de los analistas ("no es inmune a la desaceleración", señalan informes de JP Morgan y UBS), arruinen sus previsiones de incrementar este año su facturación entre un 8% y un 10% y su beneficio neto entre un 18% y un 22%. La empresa se ufana de llevar 36 trimestres cumpliendo los objetivos que se marca y hace públicos, de haber triplicado su tamaño entre 2001 y 2007, y de registrar un crecimiento orgánico anual de más de un 10% en un periodo, el último lustro, en el que el mercado tecnológico en el que opera creció un 3,5% y sus principales competidoras europeas un 3%.

En cualquier caso, como vale más dar trigo que predicar, los directivos de Indra se han puesto manos a la obra. Esta misma semana han cerrado una importante alianza con el gigante del software para empresas Oracle con el objetivo explícito de incrementar en un 200% su negocio conjunto en EE UU en los próximos cinco años y de catapultar además sus ventas en Asia, Europa y Norteamérica. Oracle se compromete a colaborar en el desarrollo de Indra como empresa proveedora e implantadora de sus distintas líneas de productos y a incluirla en sus programas de desarrollo.

En 2008 se ha aliado con Oracle y Google y ha ganado un contrato del simulador del avión militar europeo y otro de planes de vuelo en Reino Unido

No es el único gigante mundial al que se ha arrimado buscando respaldo y cobijo. El grupo que preside Javier Monzón, que ya es líder en Tecnología de la Información (TI) en España y una de las principales compañías de este sector en Europa, se ha unido hace unas semanas al programa Google Enterprise Professional Program, una alianza que le va a permitir integrar tecnología de esta compañía en sus proyectos y soluciones dirigidas al mercado de gestión documental y de contenidos y de Sistemas de Información Geográfica para grandes empresas y organizaciones. Entre otros productos, Indra podrá contar con la tecnología de búsqueda y de mapas que Google ha desarrollado como parte de sus soluciones para empresas (Google Enterprise).

También se ha puesto las pilas en otros mercados y actividades. Junto a la francesa Thales ha sido elegida hace dos semanas por Airbus Military SL para el diseño y desarrollo de un simulador de vuelo completo del A400M, el nuevo avión europeo de transporte militar. Thales e Indra esperan recepcionar futuros pedidos del simulador que cubran las necesidades de entrenamiento de los países que toman parte en el proyecto del A400M (Francia, Alemania, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo).

Antes, a mitad de febrero, Indra resultó ganadora de un concurso en el Reino Unido por un importe de 67 millones de euros para desarrollar junto al proveedor de servicios de tráfico aéreo de aquel país, NATS, la futura generación de sistemas de procesamiento de planes de vuelo.

Desde comienzos de 2008 Indra se ha hecho también con algunos otros importantes contratos y proyectos. Entre ellos, un proyecto conjunto con Renault y Sita por importe de 100 millones de euros para el reciclaje de vehículos en Francia; la puesta en marcha junto a varias empresas nacionales y foráneas de Energylab, un centro dedicado a la eficiencia y sostenibilidad energética, o la reciente ampliación de su proceso de globalización con una oficina en India.

Pese a tanto dinamismo, a la bondad de los resultados (véase información gráfica adjunta) y a unas declaraciones del director financiero en las que se decía que probablemente su grupo es más inmune a la crisis que otros por su estructura de negocio, la tecnológica española provoca hoy entre los analistas una clara división de opiniones. Donde unos ven fortaleza, otros observan debilidad.

Así, aunque Indra está siendo este año en términos relativos uno de los mejores valores del Ibex, los analistas de UBS Warburg han rebajado su recomendación de comprar a neutral, y se muestran preocupados por la evolución de su negocio doméstico, que le supone el 70% de los ingresos. "No es completamente inmune al recesivo ambiente macroeconómico de España", señalan los expertos suizos. Sus colegas de JP Morgan sostienen la misma opinión y agregan, además, que "la compra de Azertia y Soluziona ha incrementado su exposición a sectores cíclicos, como los asuntos financieros".

Tercer pilar

Con color muy distinto observan la compañía los analistas de Ahorro Corporación o de Selftrade Bank, por citar algunos. "En el actual entorno de alta volatilidad de los mercados e incertidumbre por el impacto de una posible recesión económica en los resultados de las compañías, Indra se mantiene como una atractiva opción de inversión, con un carácter defensivo y seguro, y una elevada visibilidad en sus resultados", señala un informe de Ahorro Corporación. Los expertos de Selftrade insisten en que Indra es hoy una de sus compañías preferidas y alaban su rentabilidad por dividendo.

Resultados y objetivos, diversificación y carácter defensivo, y accionariado están detrás de todos los análisis. Y más tras la reiteración por parte de su mayor accionista, Unión Fenosa, de su intención de alcanzar pronto el 20% o más de su capital. Sus planes de aumentar su presencia en Indra, amén de depararle mayores dividendos, cimentan su apuesta y la de su socio de control, ACS, de convertir las TI en uno de los tres pilares que sustenten -junto a construcción y servicios y energía- el conglomerado que impulsa su presidente, Florentino Pérez, y sus mayores accionistas: la familia March, Cortina y Alcocer.

El presidente de la tecnológica no es del todo ajeno a estos planes dado que comparte con el presidente de la eléctrica, Pedro López Jiménez, asiento en los consejos de administración de ACS e Indra. Monzón asiste en silencio y tras las bambalinas a las escaramuzas puestas en marcha por ACS, EDF y Fenosa para hacerse con el control de Iberdrola.