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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Primer amor y otros pesares

Directores como Cornelio Porumboiu, Christian Mungiu y Cristi Puiu han colocado a la cinematografía rumana bajo los focos de la atención cinéfila internacional. Hay que atribuir, pues, a este renacimiento el que una película como Love sick acceda a los circuitos de distribución de nuestro país, aunque conviene subrayar que la película de Tudor Giurgiu no juega en la misma liga: habrá quien, exagerando, pueda considerarla un daño colateral del vigente boom del cine rumano. Ex presidente de la televisión rumana y realizador de vídeos musicales, Giurgiu, pese a invocar los referentes de François Truffaut y Lars von Trier, está más cerca de la formulación de un modelo de cine adulto para el gran público que de la radicalidad autoral de los nombres citados al principio. Hay en su película un gesto significativo: colocar la voz narrativa en el presente, obviando esa memoria colectiva oscura que sirve de primordial materia, prima a Mungiu y sus compañeros de viaje.

LOVE SICK

Dirección: Tudor Giurgiu.

Intérpretes: Maria Popistasu, Ioana Barbu, Tudor Chirila, Catalina Murgea. Género: drama. Rumanía-Francia, 2006.

Duración: 86 minutos.

Love sick es la crónica, entre lo luminoso y lo turbio, de un primer amor con interferencia incestuosa de por medio: una historia de amor lésbico con trastienda obsesiva y patológica que parte de la novela autobiográfica que Cecilia Stefanescus nutrió con abundantes referencias a la literatura francesa del siglo XVIII.

Giurgiu esquiva el morbo, retrata con sensibilidad esa atracción de contrarios encarnada por las actrices Ioana Barbu y Maria Popistasu y logra cargar de electricidad algunas escenas. Destacan en el conjunto una comida familiar singularmente tensa y la climática aparición de la amante madura del incestuoso Sandu. No hay que buscar en Love sick nada comparable a 4 meses, 3 semanas y 2 días, pero resulta fácil entender por qué esta ópera prima competente, sólida y, a ratos, cargada de verdad se convirtió en un (calculado) éxito de taquilla en su país de origen.

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