Ni un día más que perder
La octava legislatura tiene en Cataluña una prioridad política indisimulable: la negociación de un nuevo sistema de financiación. Los retos que Cataluña tiene planteados exigen una mejor financiación, y el Estatuto aprobado el año 2006 lo posibilita.
El título VI del nuevo Estatuto permite que Cataluña desarrolle un modelo de financiación negociado de manera bilateral, que amplíe la capacidad normativa y que aumenten los porcentajes de participación en la cesta de impuestos con un sistema más transparente y justo, a la hora de determinar la cuota de contribución a la solidaridad estatal. Todos estos aspectos superan las limitaciones y las carencias del actual sistema de financiación negociado dentro del Consejo de Política fiscal y financiera con todas las comunidades autónomas.
El nuevo sistema de financiación es una cuestión de país y hace falta trabajar conjuntamente
Hemos defendido la necesidad de un nuevo sistema de financiación que nos dé más recursos y garantice el bienestar de nuestros conciudadanos. Pese a que el actual sistema ha dado importantes resultados durante muchos años -lo he manifestado reiteradamente en mis intervenciones parlamentarias- es imprescindible una financiación más sólida para nuestro país.
Aun cuando la conveniencia de un nuevo sistema es reconocida por todos los partidos políticos catalanes, la verdad es que desde la aprobación del Estatuto, hace más de un año, el Gobierno tripartito no ha dado ningún paso decisivo para revisar a fondo la financiación. Los recientes comicios electorales no han ayudado en nada. Todo lo contrario. El presidente Montilla decidió aplazar hasta después de las elecciones generales cualquier negociación en Madrid.
Hoy estamos donde estábamos. No tenemos ni un día más que perder, aun cuando no parece que ésta sea la disposición del Gobierno. Durante la última semana hemos podido comprobar como Artur Mas ha pedido al presidente la convocatoria de una cumbre urgente con todos los líderes para negociar un documento de bases para la nueva financiación y poder pactar en Madrid con el Gobierno español. Lamentablemente, hasta el momento, no hay indicio alguno de respuesta.
En CiU nos hemos mostrado predispuestos a colaborar y participar activamente en el proceso de despliegue del nuevo Estatuto, pero el presidente Montilla no está por la labor. La inexplicable ausencia de CiU en la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales del Estado es la prueba. Creemos que el nuevo sistema de financiación es una cuestión de país y que, más allá de los partidos, hace falta trabajar conjuntamente, sin fisuras. Sin unidad política, es muy difícil progresar.
La economía catalana necesita hoy un notable impulso. La evidente desaceleración económica y las oportunistas promesas electorales del presidentee Rodríguez Zapatero nos dan pocas esperanzas. Con menos riqueza, menos ingresos y reducida la capacidad de inversión pública, me pregunto: ¿cómo hará frente el Gobierno del Estado a nuestras exigencias? Difícil. Hace falta batallar desde hoy mismo y hacerlo con mucha convicción.
El Gobierno español se debe comprometer con Cataluña a ejecutar las inversiones que hay pendientes para resolver el déficit histórico de infraestructuras y, a la vez, a pactar una financiación que ayude a hacer frente a los serios problemas hoy planteados.
Es imprescindible llegar a un acuerdo justo para Cataluña y que resuelva progresivamente nuestro déficit fiscal. Agravarlo es, sencillamente, intolerable. El tiempo es más importante aquí que en gramática. El Estatuto fija un calendario máximo de negociación. Ha de ser respetado. Antes del 9 de agosto el pacto debe estar firmado, y queda mucho por hacer.
Tenemos cuestiones urgentes que resolver: infraestructuras, sanidad, inmigración, educación, etcétera. Necesitamos los instrumentos necesarios para progresar en igualdad de condiciones que nuestros competidores europeos.
Los catalanes ni podemos ni queremos esperar más. Exigimos, conscientes de lo que nos jugamos, un nuevo salto hacia adelante. Creo que éste es un deseo unánime. Los catalanistas tenemos, una vez mas, la mano tendida. El Gobierno tripartito tiene la palabra. Un único ruego: muevan ficha y háganlo con diligencia.
Antoni Fernández Teixidó es diputado de CiU y vicesecretario general de economía, innovación y trabajo de CDC.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.