De Cádiz a Singapur con Talentia

"Estudiar en Singapur y en Francia es lo mejor que me ha pasado en la vida". Antonio Jiménez Manzorro, gaditano de 29 años, es el primer estudiante de posgrado que ha regresado tras disfrutar del programa de becas Talentia. Licenciado en Ingeniería Industrial en 2006 -con 7,5 de media-, ahora posee un master en administración de empresas (MBA) que le permite trabajar en lo que siempre deseó: crear y gestionar negocios. La universidad Insead, con sede en Singapur y en Fontainebleau -en las afueras de París-, le proporcionó la formación necesaria. "He aprendido muchísimo", recuerda ya en España.

El programa ofrece becas en las universidades de Cambridge y Harvard

El programa de becas Talentia comenzó el año pasado. Un total de 25 andaluces disfrutaron de estancias en universidades como Cambridge o London School of Economics (Reino Unido), Harvard o Columbia (EE UU) y en otras de Alemania, Suiza, China y Australia. "Tanto la matrícula como el viaje y la estancia me salieron gratis", explica Jiménez, que parece que aún no se lo cree. Efectivamente, el traslado y la matrícula están subvencionados al 100% y se les entrega a los estudiantes más de 1.000 euros mensuales. "Las áreas de conocimiento se concentran en Ciencias Sociales y Jurídicas aunque también es significativo el número de solicitudes en Ciencias de la Salud y Artes y Humanidades", explica María José Aracid, coordinadora del programa.

Jiménez ha venido fascinado con la cultura asiática. "El convivir con más de 63 nacionalidades es una experiencia más que enriquecedora", se emociona. En su año de estancia viajó a Bali, Camboya, Vietnam y "casi todo el sureste asiático".

"A veces el proceso de admisión en las universidades extranjeras es bastante complejo", reconoce Aracid, que también es subdirectora de la Sociedad para el Impulso del Talento, que pertenece a la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía. Esta agencia forma parte, a su vez, de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, que es la que aporta el capital -40 millones de euros hasta 2010-. "Un capital que luego revierte en Andalucía pues los estudiantes regresan y aplican sus conocimientos, en algunos casos los más innovadores del mundo, en las empresas andaluzas", puntualiza Aracid. Los solicitantes tienen la "obligación" de volver a Andalucía al terminar la beca -o un año después-. También pueden trabajar en alguna empresa que repercuta "directa o indirectamente" en la comunidad autónoma.

En el diario que escribió al llegar a Singapur, Jiménez habla sobre sus clases: "Además de microeconomía, contabilidad o estadística, hay asignaturas en las que te enseñan a gestionar equipos de forma efectiva, conocerte, tomar decisiones complicadas". Algo que le impresionó mucho fue su curso Liderazgo en situaciones extremas en el que un escalador del Everest compartió su experiencia personal. "En un momento dado tuvo que decidir sobre qué hacer, si regresar o continuar. Decidió volver pero perdió a un miembro de su equipo en el camino", relata Jiménez impactado por el caso.

La Consejería ha aumentado el número de becas para este año: se entregarán 200. Han cambiado otros detalles en la admisión de candidatos. "Buscamos personas más o menos jóvenes con vínculos en Andalucía, que completen sus estudios fuera y regresen aquí", aclara la coordinadora. La pasada convocatoria era requisito indispensable haber nacido en Andalucía. En ésta, valdría con demostrar un vínculo "sólido" con la comunidad autónoma, como "haber hecho la carrera aquí, haber trabajado al menos un año o estar empadronado en Andalucía..." explica Aracid.

Esta segunda convocatoria, que cerró la primera fase de admisión (la segunda está abierta hasta el 15 de septiembre), ha recibido ya 250 solicitudes. La dificultad recae en los plazos: "Algunas universidades obligan a formalizar las matrículas incluso con seis meses de antelación". La información se encuentra en www.becastalentia.com.

Jiménez escribió más reflexiones en el diario: "Singapur se parece a Nueva York aunque hay muchas leyes extrañas como que están prohibidos los chicles y cosas más sorprendentes. Me gustó comer indio, tailandés, balinés, japonés, camboyano, chino...". El número de anécdotas que Jiménez puede referir es incontable. Una de ellas, cuenta entre risas, fue cuando se encontró al bailaor Antonio Vargas por la calle. "¿Sabes que vive en Singapur?", pregunta Jiménez. "Acabamos creando un curso de flamenco en la universidad. Vino gente de Malaisia, Indonesia y muchos japoneses. ¡No veas cómo bailan y cantan los japoneses!", recuerda sorprendido.

Al regresar a Andalucía en diciembre, la empresa sevillana Abengoa -que va a invertir 33 millones de euros en una plataforma de energía solar, la más grande de Europa- le ha contratado para el proyecto. "Es exactamente lo que quería", asegura. Y concluye emocionado: "¿Y qué más se puede pedir?".