Un cuarto de siglo volcados en el rock

Cuando Barricada ofreció su primer concierto, en abril de 1982, ni los guitarristas Alfredo Piadrafita y El Boni, ni el bajista Enrique El Drogas Villarreal imaginaban que esa aventura musical iba a mantenerles ocupados más de cinco lustros. Sin embargo, su rock urbano y sus letras combativas calaron hondo, consiguieron rápidamente una amplia base de incondicionales, despacharon cientos de miles de discos y su nombre está ahora en boca de innumerables grupos de rock callejero que les citan como influencia definitiva.

Así, Barricada se ha plantado en 2008 como un grupo imprescindible y lo celebra con la edición de 25 años de rocanrol (Dro-Warner), una caja que llegó a las tiendas hace ahora un mes con dos CD, dos DVD y 76 páginas de imágenes y declaraciones. El primer compacto se titula En la bajera porque allí, en su local, fue donde hace cinco meses el grupo volvió a grabar 14 viejos temas y un inédito (Sólo quiero tu boca). "Quisimos coger una canción de cada disco que no fueran las evidentes, y hacerlas como las haríamos ahora, grabando todos a la vez, como ensayamos", explica El Drogas.

El grupo iniciará el 4 de abril una nueva gira con Rosendo y Aurora Beltrán

El otro CD, Rarezas, agrupa canciones dispersas en recopilatorios, bandas sonoras y maquetas, e incluye peculiares versiones del Solamente una vez de Agustín Lara y el Sueño con serpientes de Silvio Rodríguez. Los éxitos de la banda -En blanco y negro, No hay tregua, Oveja negra o Problemas- se pueden recordar en los DVD. Uno agrupa todos sus videoclips, un documental y un ensayo de 1985; el otro, apariciones en televisión.

La portada de 25 años de rocanrol marca los años transcurridos como los presidiarios cuentan los días entre rejas. ¿Ha tenido este tiempo algo de condena? "No, ni mucho menos. El balance es totalmente positivo. Ha sido una experiencia cojonuda. Los señalamos así porque queda bien, con mucha raya", bromea El Drogas, quien se considera un privilegiado por poder ganarse la vida tocando rock.

"El rock and roll nunca ha resultado cómodo para cierta gente", abunda. "España es un país donde vivir de esto es un lujo. Tenía que ser mucho más asequible que hubiese un circuito de locales pequeños y que después de hacer equis actuaciones pudieses cobrar el paro, para que eso te diese pie a seguir componiendo", propone el músico. Con eso se lograría que tocar rock "fuese un trabajo digno".

Enrique Villarreal se muestra receloso con los nuevos formatos de distribución musical y asegura que ahora viven del directo: "Vendemos menos discos y en general va más gente a los festivales que se conocen las canciones".

Entre los planes a corto plazo de Barricada figura embarcarse en Otra noche sin dormir, una gira en la que compartirán escenario con Aurora Beltrán y su admirado Rosendo. Comenzará el 4 de abril en el velódromo de Anoeta, el 9 de mayo hará escala en el pabellón de La Casilla, en Bilbao, y el 29 de junio en el Anaitasuna de Pamplona.