'Watchmen', el salto mortal de un cómic de culto a Hollywood
El director de '300' culmina el rodaje de la adaptación del tebeo de Alan Moore
En absoluto secreto. Rodando en hangares y calles de Vancouver (Canadá) que recrean una Nueva York abocada al Apocalipsis. Sin muchas alharacas, Zach Snyder afronta uno de los retos más complejos del arte del siglo XXI: el cineasta está adaptando a la gran pantalla Watchmen, el mejor tebeo de superhéroes de la historia, y un cómic a la altura de Maus, Paracuellos, Corto Maltés o de las obras de Will Eisner.
El pasado 5 de marzo acabó el rodaje; ya sólo falta un año para su estreno, previsto para el 6 de marzo de 2009. Quedan 12 meses de posproducción para que Watchmen acabe suponiendo para el cine lo que anteriormente fue para el cómic: un título culmen, La guerra de las galaxias de esta generación. Escrito por un genio, el huraño Alan Moore, y dibujado por Dave Gibbons, que supo sublimar su talento a las ideas del libretista británico, Watchmen se convirtió, desde su aparición en 1986, en un tebeo que marcó a ilustradores y lectores. Y también en una presa codiciadísima por Hollywood. Moore, que también ha visto adaptados al cine La liga de los hombres extraordinarios, Desde el infierno y V de vendetta, ha renegado siempre de las visiones cinematográficas de su obra. En su blog, Snyder -responsable de 300, otro salto de las viñetas a los fotogramas-, asegura que una de sus esperanzas es que "un día Moore vea la película y sienta que es una representación decente de su novela gráfica".
Desde su edición en 1986, la obra ha marcado a lectores e ilustradores
En esa búsqueda de autenticidad, el propio Snyder dibujó un storyboard (el guión desglosado en dibujos) con bocetos que sigue a pies juntillas el universo visual creado en papel: "Los stories son, sin duda, la forma más eficaz de comunicar lo que está en mi cabeza a todos los departamentos artísticos y técnicos. Además de preparar la acción, empiezo a saber si el diálogo y el ritmo funcionan". Snyder rechazó a megaestrellas y prefirió contratar buenos intérpretes adecuados a los personajes.
Y es que Watchmen está lleno de trampas. Primero, porque los protagonistas, un grupo de superhéroes del pasado y del presente -la historia se desarrolla en 1985 con Estados Unidos y la Unión Soviética a punto de enfrentarse en una guerra nuclear-, no tienen superpoderes y sí numerosos trastornos, fracasos y conflictos éticos; tras haberse rehuido durante años, deben verse de nuevo las caras tras el asesinato de uno de ellos. Segundo, porque Watchmen está construido como una muñeca rusa, con otros tebeos (como el terrorífico Retratos del 'Navío Negro', que al parecer podrá verse en la edición en DVD del filme), novelas cortas, diarios y entrevistas dentro del tebeo, y múltiples historias que se entrecruzan en tiempos y espacios. Además de incisivas referencias para iniciados: Watchmen (Vigilantes) nace de la cita "Quis custodiet ipsos custodes?" ("¿Quién vigila a los vigilantes?"), perteneciente a la Sátira VI del poeta romano Décimo Junio Juvenal.
Y, sobre todo, por el respeto y la admiración que Watchmen suscita. Desde 1986 productores como Joel Silver, directores como Terry Gilliam o Paul Greengrass, y actores como Richard Gere, Tom Cruise, Jamie Lee Curtis o Jude Law han estado relacionados con el proyecto. En verano de 2004, Guillermo del Toro confesaba haber leído un estupendo guión de Watchmen, que llegaba hasta unas posibles seis horas de metraje. "Pero yo ya he arruinado Hellboy [comentaba entre risas] y me siento incapaz de resumir esa historia". El libreto cayó en manos de Darren Aronofsky, que estuvo a punto de dirigirla, hasta que su atención se centró en La fuente de la vida.
Tras 300, su acertada traslación del cómic de Frank Miller, Snyder se ganó el derecho a meter mano a Watchmen. Dave Gibbons ha visitado el rodaje y proclamado su alegría. Las fotos, que a cuentagotas aparecen en la web oficial del filme, confirman el buen camino. Pero hasta que acabe, en marzo de 2009, nadie habrá vigilado al vigilante Snyder.
Babelia
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