Cuaresma
Viernes 14 de marzo, reunión de trabajo en Astorga (León). Como de costumbre, buscamos dónde comer cocido maragato. Después de preguntar en cinco restaurantes, nos encontramos con la negativa a servirnos el plato por excelencia de la cocina maragata. Razón: son las 15.15. Resignados a comer cualquier otra cosa, le preguntamos al responsable del comedor por qué no se encuentra en la carta el tal cocido. Respuesta: "Los viernes de Cuaresma no se sirve cocido...". Después de esto, uno se pregunta: ¿quién decide lo que se come en esta ciudad, la tradición, la Iglesia, la Junta de Castilla y León? Si llegan hasta aquí, es que tienen demasiado poder sobre nuestras vidas, sobre nuestra educación, sobre nuestros gustos y orientaciones sexuales y, para que nada se escape a su control, sobre nuestros estómagos. Bienvenida la libertad renovada en las urnas. Que cien años dure.
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