"¿Y a mí quién me paga ahora el taxi?"

"¿Y a mí quién me paga ahora el taxi?", se quejaba ayer Eduardo en la estación de Ópera. Había cogido la línea 2 del metro en San Bernardo y se dirigía con su hija hacia Goya. Pero se encontró con el trayecto cortado hasta Banco de España. "Nadie nos ha avisado de que no funciona el metro", se lamentaba, aunque intentaba disimular delante de su hija: "No pasa nada. Caminamos un poco más y ya está...".

La desinformación era la tónica general ayer en la línea 2. "No hay forma de ir a Sevilla", aseguraba un taquillero en Sol. "¿Y con autobús?", preguntaba una usuaria. "Seguro que sí, pero no me preguntes a mí cuál". Entre la Elipa y Banco de España había cartelitos en las bocas de metro y avisos por megafonía del corte, aunque no se informaba de las rutas alternativas en autobús. En sentido inverso, ni eso. Los viajeros que se subían en Canal, Quevedo, San Bernardo, Noviciado o Santo Domingo no se enteraban de la avería hasta llegar a Ópera. Por eso había cola de usuarios esperando que les cambiaran el billete usado por uno nuevo. Un tique que los viajeros podían usar también en el autobús.

"En las estaciones que se avisa de la avería, no se devuelve el billete", esgrimía una taquillera de Banco de España ante un extremeño que se había metido en el suburbano a pesar de los carteles. "¡No lo he visto! ¡No soy de aquí!", se excusaba el hombre, que al final recuperó el billete.

Está previsto que el corte de la línea 2 entre Ópera y Banco de España dure hasta el domingo. Durante esos días, el Consorcio de Transportes no ha establecido ningún servicio gratuito que supla el tramo suspendido; sólo ha reforzado las líneas de autobuses que hacen una ruta parecida, y según la demanda. Son los que circulan entre Banco de España, Gran Vía y Callao (1, 2, 3, 202, 74 y 146), entre Banco de España y Sol (5, 15, 20, 52, 53 y 150) y la línea 51, con parada en la carrera de San Jerónimo.