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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Ramón Barquín, coronel cubano anti-Batista y anti-Fidel

Su 'Conspiración de los Puros' anticipó la revolución de Castro

Ni con Batista ni con Fidel Castro. Éste fue el leitmotiv de la biografía del coronel cubano Ramón Barquín, cabeza visible de la llamada Conspiración de los Puros, el levantamiento contra la dictadura de Fulgencio Batista protagonizado por oficiales de su ejército en abril de 1956, que pudo haber cambiado la historia de Cuba. Cuatro años antes, Batista había acabado a balazos con la etapa democrática de la república y su golpe de Estado, aprobado por Washington, abrió el camino a la insurrección armada de Castro.

Barquín falleció la semana pasada en San Juan de Puerto Rico a la edad de 93 años, y todavía se recuerda su papel contradictorio: por un lado representó la dignidad militar al hacer frente al dictador que violentó la Constitución; por otro, fue uno de los elegidos por el Gobierno de Estados Unidos para encabezar una junta cívico-militar que pretendía ocupar el vacío dejado por Batista y frenar a los barbudos de Fidel Castro en los primeros días de 1959.

Nacido en 1914 en Cienfuegos, Barquín era uno de los ocho hijos de una acomodada familia venida a menos. A finales de los años treinta entró en la Escuela de Cadetes, donde se graduó con honores en 1940. Estudió en la Escuela Superior de Guerra de México y a su regreso a la isla fundó una academia para oficiales. El presidente Carlos Prío Socarrás lo nombró en 1950 agregado militar en Washington y representante ante la Junta Interamericana de Defensa. Convertido ya en un militar de prestigio, cuando se produjo el golpe de Batista, el 10 de marzo de 1952, comenzó a conspirar desde Washington.

El verdadero coordinador del alzamiento dentro del Ejército era el comandante Enrique Borbonet, Barquín fue la cabeza visible. En 1956 regresó a Cuba para consumar la insurrección, pero el plan, la Conspiración de los Puros, fracasó en abril de 1956, dos días antes del levantamiento, por la traición del comandante Enrique Ríos Morejón, uno de los conjurados.

Barquín fue condenado a ocho años de prisión, pero la victoria de Fidel Castro lo puso en libertad. Tras la huida de Batista, en la madrugada del 1 de enero de 1959, el general Eulogio Cantillo quedó a cargo de una junta cívico-militar que debía formar un nuevo Gobierno, con el visto bueno de EE UU. Barquín estaba en ella. Pero Castro desmontó la maniobra. Tras el triunfo de Castro fue agregado militar en la Embajada de Cuba en España, hasta que en 1960 se exilió en Miami y se vinculó al anticastrista Movimiento Revolucionario del Pueblo. Tras el fracaso de la invasión de bahía Cochinos, se instaló en Puerto Rico, donde creó la American Military Academy.

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