Industria pide al Gobierno que prime el biodiésel y evite deslocalizaciones

El conselleiro de Industria, Fernando Blanco, reclamó ayer al Gobierno central que regule y proteja el mercado de los biocombustibles para amparar los proyectos que están en marcha en Galicia y evitar así el riesgo de que se produzcan deslocalizaciones. La Xunta exige una reacción "urgente" del Ministerio de Industria para hacer frente a la competencia de países como Estados Unidos que subvencionan la producción de biodiésel y dejan en situación de debilidad a las empresas autóctonas, incapaces de competir en precio con sus rivales norteamericanas.

Blanco pide un sistema de cupos como el de Francia, Portugal e Italia

"La Consellería está muy preocupada por este problema que puede hacer inviable la puesta en marcha de determinadas industrias", reconoció Blanco, quien pidió al Ejecutivo de Madrid "un marco adecuado para el desarrollo y futuro de estas empresas". El conselleiro citó como modelo a otros países europeos, como Italia y Portugal, que sí establecieron "un sistema de cupos para fomentar la expansión de este sector".

La demanda de la Xunta se hace eco de las quejas de las industrias que apostaron por invertir en este tipo de energía renovable y que corren el riesgo de ver cómo los mercados se abastecen de combustibles más baratos llegados de Estados Unidos. Según calculos del sector, en lo que va de año han entrado ya en España casi 20.000 toneladas de biodiesel procedentes de aquel país, lo que equivale a un tercio del mercado nacional.

La causa de tanta importanción reside en la doble desgravación que beneficia a los productos nortemericanos frente a sus rivales españoles. Ya en origen, el Gobierno estadounidense otorga una subvención al biodiésel de 20 céntimos por litro. Y, al entrar en España, a esta mercancía se le aplica el tipo cero que disfrutan los biocombustibles conforme al Impuesto especial de Hidrocarburos.

Esa "competencia desleal" puede, en opinión de la Asociación de Productores Renovables, frustrar la rentabilidad de sus inversiones. Su presidente, Manuel Bustos ha denunciado reiteradamente que ambas medidas se traducen en la práctica en un "dumping fiscal" que beneficia a "terceros países".

Como Fernando Blanco, el sector de las energías renovables también ha pedido al Ministerio de Industria que trabaje en una doble dirección: por un lado que condicione el tipo cero especial en España a que los biocarburantes importados no se beneficien de desgravaciones en sus países fiscales que promuevan una posición "competitiva desigual". Por otro, reclaman que "se proteja el mercado español ante futuros y probables mecanismos de subsidiación adicionales", y citan como modelo a Francia , basado en cuotas de producción asignadas por la Administración asociadas con exenciones tributarias.

Los temores de la Xunta obedecen a la fuerte inversión prevista por el sector del biodiésel en Galicia para los próximos años. En este momento hay dos plantas en construcción y otras cuatro en proyecto. Una de las biorrefinerías en construcción es la de Entaban Biocombustibles en el puerto exterior de Ferrol, donde el grupo zaragozano está a punto te terminar las obras de un recinto con capacidad para fabricar 200.000 toneladas anuales de biodiésel.

En Curtis, la andaluza Abengoa ha iniciado la instalación de una segunda refinería (ya dispone de una planta de bioetanol) que además de generar biocarburante producirá electricidad a través de la quema de 87.500 toneladas anuales de residuos forestales. Acciona y Repsol planean invertir 80 millones en otra factoría en A Coruña para producir 200.000 toneladas al año.