Modernizar el islam
Loable pretensión turca de adaptar al siglo XXI las bases de la religión musulmana
En Turquía se ha puesto en marcha una reinterpretación de algunos aspectos del islam para modernizar esta religión y adaptarla a las necesidades del mundo de hoy. Es un ejercicio ambicioso, aunque no exento de controversia, y su eventual resultado deberá reverberar en el conjunto del mundo musulmán.
Aunque formalmente Turquía es un Estado laico y el Gobierno tiene buen cuidado en mantenerse al margen, la iniciativa ha partido de la Dirección de Asuntos Religiosos (Dyanet). Se trataba de reunir a un centenar de estudiosos en torno a la llamada Escuela de Ankara de la universidad de la capital (lo que levantará ampollas en la referencial Universidad Azahar de Egipto o en Arabia Saudí) para estudiar y actualizar no el Corán, sino los hadices que recogen la tradición oral y escrita sobre lo supuestamente dicho por el profeta Mahoma, fundador de esta religión. Entre estos expertos figura algún cristiano. El trabajo, en cinco tomos, viene durando tres años y debería estar concluido a finales del presente.
No es casualidad que este impulso venga de un Gobierno como el de Erdogan y su AKP, de raíces religiosas, pero que aspira a que Turquía ingrese en la UE y que pretende presentarse como conservador, el equivalente islámico de la democracia cristiana. A la vez que ha levantado la prohibición de las mujeres de llevar el velo en las universidades intenta modernizar este islam formalmente, sin cuestionar el estricto laicismo del Estado fundado por Ataturk, algo que habrá que seguir con atención, pues el ejercicio puede acabar en lo contrario. El objetivo loable es, sobre todo, deshacer todas las discriminaciones contra la mujer -como el no poder viajar solas-, prohibir las lapidaciones de adúlteros o las amputaciones a ladrones y demostrar que éstos y otros usos, como el de la ablación del clítoris practicado en algunos lugares de África, no sólo están prohibidos por la ley europea, sino que no están recogidos por los textos islámicos y son fruto de trágicas supersticiones.
La modernización, que no occidentalización, del islam, es una de las grandes asignaturas pendientes del mundo actual. Es positivo que surja de una sociedad mayoritariamente musulmana como la turca y requiere comprensión y apoyo, porque su éxito no está asegurado.
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