Alimentaria apuesta por innovar en un momento de menor consumo

Barcelona es estos días un gran escaparate de nuevas tendencias de consumo. Alimentaria, inaugurado ayer por los Príncipes de Asturias, arrancó con multitud de propuestas para la innovación en el sector. Las empresas intentan adoptar sus productos a los nuevos hábitos de consumo y la feria presenta incluso un ejemplar de cómo será la tienda del futuro.

Sin embargo, el salón no es ajeno a la desaceleración en el consumo. El sindicato agrario Asaja advirtió de que los sectores ganaderos españoles pueden desaparecer debido a las pérdidas que arrastran desde hace ocho meses por la "peor crisis de la historia", que afecta a productores de carnes, vino y leche por la subida de las materias primas. Asaja advirtió, además, de que, en los últimos 10 años, Cataluña ha perdido el 36% de explotaciones de vacuno, el 44% de porcino y el 70% de leche.

Los nuevos modelos de familia que empiezan a arraigar en la sociedad marcan las citadas tendencias de innovación. Las empresas cárnicas este año han aterrizado en la feria con un gran volumen de semipreparados y congelados. También con raciones más pequeñas de todo tipo de productos, pensando en las personas que viven solas y en las familias monoparentales.

Pero la mayor novedad de Alimentaria fue la tienda del futuro del salón Innoval. Es un súper futurista, donde el comprador ya no recorre los pasillos con un carrito metálico, sino con otro dotado de una pantalla donde aparecerán las ofertas y que va sumando el precio de la compra. "La tienda del futuro será un centro de servicios", explicó la directora de Innoval, Noa Altés. Las básculas para pesar los alimentos de esta tienda son inteligentes. No sólo dan los kilos y el precio, sino que informan sobre las propiedades del producto y ofrecen recetas de cocina. Además, hay aparatos para conocer todo el proceso que ha pasado el producto desde la granja hasta la cesta.

La novedad convive con la tradición, y están el jamón ibérico, el vino riojano y el cava catalán. El salón reúne a los grandes, y está a sólo 7.000 metros cuadrados de la primera feria del sector del mundo, que se celebra en Colonia. Alimentaria es la feria que deja más dinero a Barcelona (168 millones). Y las costuras de la capital catalana, tanto en taxis como en hoteles, pasaron ayer la prueba con éxito.