Obama se recupera tras las derrotas de Tejas y Ohio
La victoria del senador en Wyoming refuerza su ventaja sobre Clinton
Barack Obama regresó este fin de semana a la senda ganadora con una victoria en el Estado de Wyoming, que aunque no representa gran cosa en cuanto a la suma de delegados, es una victoria más, y esto significa mucho a estas alturas de una carrera para las elecciones presidenciales tan extraordinariamente disputada.
Wyoming es, quizá, el Estado que representa de manera más auténtica las esencias del Oeste americano. En lo político, aunque el número de republicanos registrados dobla al de los demócratas, una de las proezas de Wyoming fue la de aportar el número de delegados necesarios para hacer a John Kennedy candidato presidencial demócrata.
Hillary confía en ganar posiciones en las primarias de Pensilvania
Por lo demás, su papel en las primarias nunca ha sido muy relevante. Baste decir que hace cuatro años votaron menos de 700 personas.
Este sábado cerca de 9.000 demócratas participaron en unos caucuses (asambleas populares) en las que Barack Obama ganó con el 61% de los votos. Se demostró de nuevo que en los caucuses, donde prima el grado de organización de una candidatura y el nivel de compromiso de sus seguidores, Obama es el mejor.
Con esta victoria, el senador de Illinois aumenta solamente en dos su ventaja en número de delegados -tiene alrededor de 110 delegados más que Hillary Clinton, según un recuento promedio-, pero, más importante que eso, recupera cierta iniciativa política tras su derrota ante la ex primera dama Hillary Clinton en las primarias de Tejas y Ohio.
Mañana, martes, se celebran nuevas primarias en un Estado más grande e importante que Wyoming, en Misisipi, donde el senador Obama también parece partir con ventaja si se tiene en cuenta el considerable porcentaje de población afroamericana.
Cada una de esas contiendas resulta ahora impredecible y trascendental. Hillary Clinton hizo campaña en Wyoming y está haciendo ahora campaña en Misisipi, acompañada por su marido, el ex presidente Bill Clinton. Es consciente del riesgo que supone para ella el hecho de que Obama vaya acumulando poco a poco delegados hasta llegar a una cifra que resulte insuperable.
Las esperanzas de Hillary Clinton están puestas sobre todo en las primarias de Pensilvania, que se celebrarán el próximo mes de abril, donde ella es favorita. Pero la experiencia hasta ahora demuestra que, aunque gane, es muy difícil que consiga un número suficiente de delegados como para rebasar a Obama.
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