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Reportaje:OFERTAS DE EMPLEO

Vales que dan de comer

Unos 400.000 empleados usan a diario en España los cheques restaurante, que dan trabajo a 17.500 personas

Accor Services, la empresa que lidera el sector de vales de comida en España, alcanzó en enero la cifra de 300 millones de cheques restaurante expedidos en nuestro país. Una cantidad a la que la firma, de matriz francesa, ha llegado tras 20 años de presencia en este mercado. Con ser llamativo, el dato no refleja del todo una realidad incuestionable: la distancia a la que España se encuentra en este terreno respecto a otros países.

Según la Asociación Española de Emisores de Vales de Comida (AEEVC), que agrupa a las tres grandes empresas (Accor, Sodexho y Cheque Gourmet) que se reparten mayoritariamente el mercado en España, los tiques restaurante son usados diariamente por unos 400.000 empleados. Esta cantidad supone apenas el 2% del total de la población activa (unos 20 millones de personas). El contraste es claro respecto a otros países cercanos: en Bélgica, el porcentaje de usuarios alcanza el 21% de la población activa; en Francia, el 10%, y en Italia, el 7%, de acuerdo con los datos de la AEEVC.

El volumen de facturación del sector de expedición de vales de comida en nuestro país se situó en torno a los 350 millones de euros en 2006

Empleos indirectos

Según cifras del Ministerio de Economía proporcionadas por dicha patronal, el sector genera unos 17.500 puestos de trabajo en España, la mayoría de ellos empleos indirectos, correspondientes al ramo de la restauración, fundamentalmente camareros y personal de cocina de pequeños establecimientos situados en polígonos industriales. El volumen de facturación del sector de expedición de vales en nuestro país se situó en torno a los 350 millones de euros en 2006, con crecimientos sostenidos en los últimos años de un 5%. Para 2008, sostiene Angelines Basagoiti, presidenta de la AEEVC, esperan mantener ese mismo porcentaje de incremento, una proporción que, sin embargo, considera lenta e insuficiente. "Uno de los frenos", argumenta, "que nos impiden crecer más es que el uso de los vales de comida se concentra casi exclusivamente en Madrid y Barcelona, y está muy poco difundido en otras provincias, donde las empresas suelen dar dos horas libres a mediodía que el personal, aprovechando las cortas distancias, emplea para irse a su casa a comer". La AEEVC tiene abierta una campaña, junto a la Asociación para la Racionalización de Horarios Españoles, para divulgar la jornada laboral europea, que implica disponer de sólo una hora libre para la comida de mediodía y a cambio salir del trabajo, como máximo, a las seis de la tarde. "Un cambio cultural", reconoce su presidenta, "que es muy difícil de lograr".

"Otros de los obstáculos al crecimiento", prosigue Angelines Basagoiti, "es que en España la jornada continua está muy arraigada en las Administraciones públicas, al contrario que en Francia o Bélgica, donde domina el horario partido". Junto a ello, prosigue, "los convenios colectivos no suelen introducir cláusulas de ayuda alimentaria a los empleados, sea mediante comedor de empresa o vales de comida, salvo algunos, como los sectoriales de banca y construcción; y esta ausencia se acentúa aún más en el caso de las pymes, la gran mayoría en España".

A este panorama poco halagüeño se han sumado en los últimos tiempos las complicaciones para el control fiscal del uso de los cheques restaurante y la proliferación exponencial de las tarjetas magnéticas de pago electrónico para empleados, lo que lleva a Basagoiti a expresar sin ambages la necesidad de potenciar desde su asociación un cambio de rumbo en el sector. Para empezar, propone que su patronal pase a llamarse Asociación de Emisores de Cheques de Servicios. De esta forma, haría justicia a la diversificación en la que andan inmersas sus empresas, que están ampliando sus prestaciones, sobre todo con la introducción, por un lado, de los cheques guardería y cheques escolares, y por otro de los cheques informáticos. En el primer caso, aprovechan la eclosión del interés por la conciliación entre vida laboral y personal. En el segundo, se benefician de la penetración de Internet y las nuevas tecnologías para emitir unos cheques destinados a la adquisición de ordenadores para su uso desde casa.

Nicho de mercado

"Necesitamos abrir más mercados", sintetiza la presidenta de la AEEVC, quien es consciente de que su nicho de mercado, si bien no crece al ritmo deseado, sí tiene potencial para mantenerse durante muchos años, pese a la acometida que supone que grandes firmas distribuyan entre sus empleados las tarjetas de pago electrónico. "Los 30.000 pequeños restaurantes que están afiliados a la red para usar vales de comida seguirán empleándolos, porque la mayor parte no está preparada tecnológicamente para dar soporte a las tarjetas electrónicas, dice Basagoiti.

En su opinión, esto asegura que "el cheque no va a desaparecer, ya que es el soporte más idóneo para el pago de menús de ocho o nueve euros". Desde abril de 2007, un nuevo reglamento subió el tope diario para un vale de comida de los 7,81 euros anteriores a los nueve euros actuales, "un logro para la AEEVC, que llevaba cinco años peleando con Hacienda para lograrlo, ya que sobre todo en Madrid y Barcelona apenas quedan restaurantes a precios menores de ocho euros".

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