El PSOE busca su octava victoria consecutiva

Si los pronósticos que han apuntado todas las encuestas conocidas se confirman, el PSOE conseguirá hoy su octavo triunfo consecutivo en las elecciones autonómicas andaluzas y ratificará una hegemonía incuestionable. Desde la transición democrática, los socialistas han sido la fuerza más votada en Andalucía en cuantas elecciones se han celebrado.

Desde los datos, la sintonía establecida entre los andaluces y el PSOE no admite cuestionamiento de ningún tipo, y en todo caso aporta un fenómeno para el estudio pues si se contempla la serie histórica ni siquiera se atisba un proceso de desgaste, en todo caso un episodio de crisis en 1994 que resultó aislado. De hecho, en las últimas elecciones hace cuatro años, el PSOE rompió su techo al lograr superar por primera vez en unas autonómicas los dos millones de votos (2.260.545).

Sólo en una ocasión, los socialistas han estado por debajo del 44% de los votos en unas elecciones autonómicas en Andalucía. En 1994, la primera vez que Javier Arenas optó a la presidencia de la Junta y Manuel Chaves a la reelección, se produjo la diferencia más corta entre ambas formaciones, apenas 4,35 puntos. El PSOE obtuvo el 38,7% de los votos, por el 34,3% del PP. Aunque luego el PP superó en 2000 este porcentaje (38%) y alcanzó su máximo de representación, 46 diputados, cinco más que en 1994, nunca volvió a estar a una distancia tan exigua de los socialistas.

La administración que los dos principales grupos de oposición, PP e IU, hicieron de aquellos resultados, la famosa pinza, fue determinante para el resultado de los siguientes comicios, en los que el electorado castigó a la formación de izquierdas y recuperó confianza en el PSOE. En 1996, los socialistas lograron el 44% de los votos, casi seis puntos más que en 1994, mientras que el PP descendió uno. IU perdió siete de sus 20 escaños.

A partir de entonces se inició un marcado proceso de bipartidismo. En 2000, la representación de IU y PA sumó solo nueve diputados, que en la legislatura recién terminada subió a 11 (seis IU y cinco el PA). Los andalucistas sin embargo tuvieron gran protagonismo porque en dos legislaturas, entre 1996 y 2004, apoyaron al Gobierno socialista, hasta que hace cuatro años el PSOE recuperó la mayoría absoluta.

El voto andaluz será además determinante en las generales. La evolución del voto permite ver como el electorado andaluz ha jugado siempre a favor del PSOE, impulsando su llegada al Gobierno en 1982, resistiendo a los cambios de ciclo -la mayor participación en unas generales en Andalucía fue en 1996, cuando el primer triunfo del PP en España y los socialistas andaluces lograron el 46,6% de los votos- y devolviéndoles de nuevo el poder hace cuatro años. En 2004, el PSOE logró en la comunidad autónoma el 52,8% de los votos y 38 escaños, 15 más que en PP.