El PP esconde a Aznar en Andalucía

"Mientras yo sea presidente del Gobierno, la comunidad que tendrá más apoyo, la primera, será Andalucía, porque es la tierra a la que se le deben más cosas". Sobre esta promesa del candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, en Córdoba y Málaga en los dos últimos días de campaña, ha girado el mensaje de los socialistas en los 15 días de petición del voto en esta comunidad. Por quinta vez, las elecciones legislativas y las andaluzas se celebran conjuntamente, y las estrategias de los principales partidos han mirado mucho a sus direcciones nacionales.

Los socialistas, además de vender la gestión de cuatro años en materia social, su compromiso de sacar las tropas españolas de Irak o reprochar al Partido Popular su actuación en materia antiterrorista, como en cualquier punto de España, han mantenido un discurso andaluz aprovechando el desbloqueo de numerosos asuntos durante la pasada legislatura y la sintonía entre los Gobiernos de Zapatero y de Manuel Chaves. "Para Andalucía no es lo mismo un Gobierno de la derecha en Madrid que el de Zapatero, la derecha es retroceso", ha repetido hasta la saciedad el candidato socialista a la reelección, Manuel Chaves. Una frase que subraya recordando que eso fue así también durante la etapa de Gobierno del sevillano Felipe González.

El pago de la deuda de 2.500 millones de euros por el anterior modelo de financiación autonómica, la retirada de recursos ante el Tribunal Constitucional como el de la investigación con células madre o el consignar en los Presupuestos del Estado inversiones equivalentes al peso de la población andaluza respecto al conjunto de España (17,8%) han sido las banderas más utilizadas.

Por el contrario, el líder del PP, Mariano Rajoy, que ha viajado con mucha frecuencia a Andalucía en los últimos años y que abrió campaña en Cádiz y tenía previsto cerrarla en Sevilla, ha centrado su discurso en apoyar al candidato popular a la Junta, Javier Arenas, porque con él Andalucía "tiene más futuro".

Los populares apenas han presumido en Andalucía de la gestión de sus ocho años de Gobierno con José María Aznar, una etapa de fuerte enfrentamiento entre los dos Ejecutivos, y en el que Rajoy acusó a la Junta de practicar el "gamberrismo institucional". La referencia a la etapa de Aznar el PP siempre la ha hecho en genérico, como cuando recuerda que dejaron la "despensa llena" y Zapatero la ha vaciado. También Rajoy ha enfatizado su apoyo al potencial de la comunidad lo que se ha interpretado como un intento de deshacer las declaraciones despectivas de miembros del PP respecto a Andalucía.

Los 61 diputados al Congreso que eligen los andaluces es cosa de PSOE y PP. Según el sondeo de Metroscopia para este periódico, los socialistas sólo bajarían un diputado el 9 de marzo. Sumarían 37 diputados frente a 24 del PP, 13 escaños de diferencia. Lo perderían en Córdoba, donde se elige un acta menos por la bajada de la población y lo ganaría el PP en Almería. Ni Izquierda Unida, que confía en sacar un escaño en Sevilla, ni Coalición Andalucista tendrían representación en el Congreso.