_
_
_
_
Reportaje:

Los nacionalistas catalanes, descolgados del gran duelo

El PSC lucha por mantener su ventaja sobre el PP

Miquel Noguer

La batalla de los socialistas para mantener su ventaja sobre el PP en Cataluña ha alcanzado cotas tan altas que los nacionalistas catalanes han quedado descolgados de la campaña electoral. El PSC ha tratado de movilizar a su electorado repitiendo hasta la saciedad lo que confesó Ana Botella poco después de las elecciones de 2004: "En el PP supimos que íbamos a perder cuando vimos la alta participación registrada en Cataluña".

El PSC quiere que se repita la historia. Necesita mantener su ventaja de 15 escaños sobre el PP, la misma que en 2004 se convirtió en clave para aupar a José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa.

Los socialistas catalanes, con Carme Chacón a la cabeza, han echado toda la carne al asador. El PSOE también se ha volcado: Zapatero ha hecho hasta tres mítines en tres semanas y Felipe González ha acudido otras dos ocasiones. El PSC también ha recurrido al voto del miedo y ha consagrado su campaña a advertir de la "involución" que supondría su vuelta a La Moncloa. Su lema que más fortuna ha hecho ha sido el que presenta a los dirigentes del PP como los malos de una película de Quentin Tarantino con el lema "si tú no vas ellos vuelven".

El PP ha azuzado la xenofobia para obtener réditos en barrios socialistas
Más información
Donde los votos cuentan más

El PP ha respondido mandando a Cataluña a todos sus dirigentes nacionales. Ello ha permitido tapar las insuficiencias de un partido convaleciente de la grave crisis del pasado verano que acabó con la dimisión de su presidente regional, Josep Piqué. El PP ha apostado especialmente fuerte por las provincias de Girona y Lleida, las únicas donde no obtuvo ningún diputado en 2004 y que ahora espera volver a poner en su mapa azul.

La candidata del PP Dolors Nadal ha recurrido al mensaje xenófobo para hacer mella en los feudos socialistas de las periferias urbanas don

de más inmigración se registra. Nadal reiteró ayer mismo que los inmigrantes son causantes de la situación de "inseguridad" en los barrios.

Convergència i Unió, Esquerra Republicana e Iniciativa-Esquerra Unida se las han visto y se las han deseado para colocar sus mensajes. Y cuando CiU lo ha logrado ha sido en términos poco productivos para su campaña.

Los nacionalistas de Artur Mas, representados esta vez por el democristiano Josep Antoni Duran Lleida, no han logrado atajar las discrepancias internas de CiU. Mientras el entorno de Mas exigía que cualquier pacto poselectoral con el PSOE incluya como contrapartida la ruptura del tripartito de izquierdas que gobierna la Generalitat, el candidato y líder de Unió Democràtica, Duran Lleida se ha negado tajantemente. "Esto sería casi el acta de defunción de CiU", ha llegado a decir Duran.

Durante la campaña también se ha evidenciado la marcha atrás de Duran en sus intenciones de integrar a CiU al Gobierno que salga de las urnas si sus votos son necesarios para investir al próximo presidente. Duran cree que la crisis económica de los próximos meses podría perjudicar a su partido si éste forma parte del Gobierno.

Esquerra Republicana tampoco ha logrado colocar ningún gran mensaje que le permita mantener los apoyos que le dieron hasta ocho escaños en 2004. Todas las encuestas le vaticinan un pronunciado descenso.

El partido que mantiene intactas sus expectativas es Iniciativa, que espera conservar sus dos diputados en el grupo parlamentario de Izquierda Unida y forzar un giro a la izquierda del PSOE.

La inmobiliaria de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) a la que Mariano Rajoy puso como ejemplo de la supuesta persecución lingüística en Cataluña amaneció ayer con pintadas de "fuera fascistas".
La inmobiliaria de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) a la que Mariano Rajoy puso como ejemplo de la supuesta persecución lingüística en Cataluña amaneció ayer con pintadas de "fuera fascistas".MARCEL.LÍ SÁENZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_