Publicidad de alcohol en el Metro pese a estar prohibida

Las estaciones del Metro de Valencia lucían ayer anuncios publicitarios de una bebida alcohólica, lo que incumple la norma autonómica que prohíbe ese tipo de publicidad en los transportes públicos. Aunque la empresa de la Generalitat no pudo precisar cuántos de esos anuncios se colocaron, mediante vinilos pegados a las paredes, este periódico comprobó su existencia, al menos, en las estaciones de Ángel Guimerá, Colón y Bailén.

La Ley sobre Drogodependencias y Otros Trastornos Adictivos, refundida en abril de 2003, prohíbe expresamente la publicidad directa o indirecta de bebidas alcohólicas en centros de la Administración, centros sanitarios y de enseñanza, espectáculos destinados a menores, lugares de la vía pública a menos de 200 metros de centros escolares y medios de transporte público, como el metro.

Un portavoz de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) aseguró que la dirección interpretó que la estación de Colón no es una zona de paso de menores y, por tanto, cabía la posibilidad de colocar una valla publicitaria en la que se promociona una bebida alcohólica. "Como puede dar lugar a confusión, lo vamos a retirar", añadió.El portavoz de FGV añadió que, ante las "dudas sobre su legalidad", la empresa había dado anoche instrucciones para retirar toda la publicidad de bebidas alcohólicas que había sido colocada en las estaciones del Metro.

Por otra parte, FGV emitió ayer una nota sobre la polémica adjudicación del servicio de explotación de la publicidad en las instalaciones del Metro a una unión de empresas (UTE) formada por Promedios (actual concesionaria de publicidad de la EMT) y Publiasa, del grupo alicantino Subús. FGV señala en la nota que esa UTE obtuvo la mayor puntuación, pese a que su oferta económica solo garantiza un canon de 840.000 euros (inferior en más de 700.000 euros a otras ofertas presentadas), porque también incluye un canon variable o porcentaje sobre ingresos del 70% y un porcentaje de reserva para la propia FGV. Según la dirección de FGV, "lo que realmente resulta interesante para la empresa es participar de los ingresos reales de la factura publicitaria del adjudicatario".

FGV atribuye a la anterior adjudicataria de la publicidad en el Metro, Publisistemas -que ha promovido un recurso contencioso-administrativo contra la licitación-, un "comportamiento poco ético" debido a su "su negativa a colaborar con los nuevos adjudicatarios y al provocar daños en las instalaciones de FGV al retirar los soportes publicitarios".