La ruptura de la unidad no desmoviliza a las centrales de Osakidetza

Los últimos desmarques de algunos sindicatos de Osakidetza no van a desmovilizar al resto, capitaneados por ELA, que están dispuestos a seguir dando la batalla a Sanidad. De momento, dicha central, LAB, UGT, ESK y SAE (auxiliares de enfermería) anunciaron ayer que mantienen el paro general previsto para mañana, justo tres días antes de las elecciones generales. Las centrales se han enrocado y siguen rechazando las sucesivas ofertas de Osakidetza al entender que resultan insuficientes y que no resuelven los problemas de fondo de la sanidad pública.

El SATSE (enfermería) y Comisiones Obreras se han descolgado de la unidad de acción que habían mantenido todas las fuerzas (menos el Sindicato Médico de Euskadi) desde que comenzó el conflicto hace dos años. El desmarque ha hecho daño y prueba de ello es que la última huelga general, la del pasado 21 de febrero, pinchó, con un seguimiento del 15,79%, la mitad que en el paro del 29 de enero. El paro del día 21 no contó con el respaldo de los médicos, ni las enfermeras ni los técnicos sanitarios.

A pesar de todo, los sindicatos no se arredran y culpan a Sanidad de la división sindical por ofrecer cosas diferentes a cada uno en las reuniones bilaterales y no realizar una oferta conjunta. El objetivo de Osakidetza se centra en lograr un acuerdo que reciba el respaldo de la mayoría en la mesa sectorial. El problema es que en ese foro ELA cuenta con el 42% de la representatividad y LAB con el 18%. En total, el 60%. Es decir, que todo pasa por convencer a LAB, dado que el acuerdo con la otra central nacionalista en la actualidad se antoja mucho más complicado. Sin embargo, los representantes de LAB en la mesa han abandonado por discrepancias con la ejecutiva. El acercamiento de los delegados al acuerdo con Sanidad no es compartido por la dirección de LAB.