Cárcel para dos padres por agredir a una maestra
La juez equipara a los profesores con la policía y dicta condena por atentado
Un año de cárcel por atentado. Es la pena que ha impuesto una juez de Barcelona a unos padres por agredir a la jefa de estudios tras negarle a su hijo la entrada en la escuela porque no había abonado los cinco euros mensuales de la guardería extraescolar. La sentencia equipara a los profesores con agentes de policía, en su condición de funcionarios y a los efectos de aplicar el Código Penal. No se trata de interpretar de forma extensiva la ley, asegura la juez, sino de considerar que "con el acometimiento contra aquellos que ejercen el trabajo de la educación, se degrada la autoridad como concepto necesario en la vida democrática y en el diálogo y respeto mutuo con especial reflejo en las aulas".
No podrán acercarse a menos de 200 metros del centro en seis meses
Ocurrió el 11 de octubre de 2006 en el colegio público Eduardo Marquina de Barcelona, cuando las maestras pidieron al hermano de C., de cinco años, que fuesen sus padres a hablar con ellas. Juan Vázquez Amaya y Montserrat Márquez García se personaron en el centro "con la intención de amedrentarlas y menospreciando el principio de autoridad que representaban" las profesoras, según la sentencia. "El niño entrará a las 8.30 por mi coño, porque esto es una escuela pública", espetó la madre a la directora. Mientras, su marido decía: "Pégalas, mátalas, bueno, ya las encontrarás en la calle". Frases parecidas oyó la jefa de estudios, a quien la madre cogió por el cuello y agarró por los brazos mientras el marido seguía azuzando a su esposa. La conserje llamó a los Mossos d'Esquadra y también oyó todo tipo de amenazas.
En el juicio, la pareja negó haber insultado y amenazado a las profesoras, aunque sí admitió haber empujado a la jefa de estudios porque ésta le había dado un golpe a su hijo. Araceli Aiguaviva, titular del Juzgado de lo Penal número 17 de Barcelona, impone un año de cárcel a cada uno de los padres por la agresión a la jefa de estudios, una multa de 360 euros por las lesiones a la directora y de 120 euros por las amenazas a la jefa de estudios. La sentencia, recurrible ante la Audiencia de Barcelona, también les prohíbe acercarse a menos de 200 metros del colegio durante seis meses y obliga a leer la resolución firme en el primer consejo escolar del centro. La directora está de baja por depresión y la jefa de estudios sufrió una crisis de ansiedad.
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