Una crónica de la cultura pop

Las estrellas del cine, los héroes del boxeo, el circo, las pin-up y los nombres de la música que se fueron ganando un espacio en el imaginario popular a partir de Elvis Presley pasean por la pintura de Peter Blake (Dartford, Reino Unido 1932). Su exposición retrospectiva que ayer inauguró el Museo de Bellas Artes de Bilbao ofrece una crónica de la cultura popular, que comienza en los años 50 del siglo pasado y sigue viva. "Blake se ha reinventado muchas veces, pero ha seguido, a contracorriente de las modas, fiel a la cultura pop", explicó el comisario de la muestra, Christoph Grunenberg, director de la Tate Liverpool.

Es un pop art más nostálgico que el que surgió en los Estados Unidos, cercano a las experiencias del público al que se dirigía y que Blake llenó con los iconos de una época que dejaba atrás las penurias de la posguerra y se abría al cambio social. "Blake estaba atento a los acontecimientos del momento, viviendo con los recuerdos del pasado más cercano", añadió el conservador de la Tate Liverpool Laurence Sillars. "En América la obra de los artistas pop tenía más brillo".

Elvis, los Beatles, Kim Novak y Marilyn desfilan por sus obras

La obra de Blake en los años 60 del siglo pasado define ya la estética del pop británico. Ahí figuran los retratos de Kim Novak, Marilyn Monroe y Jean Harlow y los cuadros dedicados a Elvis, los Beatles o los Beach Boys. En palabras del artista quería crear "la versión plástica de la música pop".

Blake también ha llevado a su pintura la historia del arte. En diciembre de 1993, la National Gallery de Londres le invitó a trabajar como artista asociado para crer una serie de obras inspiradas en los lienzos de su colección. Blake recorrió en una tarde las 66 salas de la National Gallery y eligió las obras que iba a llevar a sus cuadros. Entre otras piezas surgieron así unos inquietantes bodegones, inspirados por pinturas de Velázquez, Luis Meléndez o Zurbarán.

Blake anunció su retirada hace años, pero no cumplió con su palabra. Sigue trabajando y llevando a su pintura a los iconos del pop. En la última serie que recoge la exposición un cuadro muestra un imaginario encuentro entre Elvis y las Spice Girls.