El PP pisa arenas movedizas

Si la campaña para las elecciones andaluzas fuera un partido de fútbol, podría decirse que el PP se ha metido otro gol en propia puerta. Los sindicatos, las asociaciones de padres y políticos de dentro y de fuera de la comunidad mostraron ayer su estupor por las declaraciones de la europarlamentaria Ana Mato, número tres en la lista del PP por Madrid, quien en una entrevista radiofónica aseguró que "los niños andaluces son prácticamente analfabetos".

Cuesta creer que el remate de Mato en propia puerta fuera involuntario, porque la periodista que la entrevistaba, María Teresa Campos, le dio la oportunidad de rectificar y no lo hizo. "Va a caer mal esto, ¿eh? Yo como no soy Chaves me tengo que callar", le advirtió Campos, nacida en Tetuán pero criada en Málaga. "Pero es que es verdad, es que Chaves no ha hecho nada por la educación de los niños, parece que le gusta y quiere que estén así", insistió. Sólo unas horas después, y quizás presionada por dirigentes populares que temieron el coste electoral de las declaraciones, Mato se disculpó "por si alguien se ha sentido molesto".

No es la primera vez en esta campaña que al candidato andaluz del PP le hacen una ahogadilla desde sus propias filas. La exclusión del programa electoral del PP nacional del trasvase del Ebro, que sí reivindica el programa andaluz; las declaraciones del fichaje estelar del PP, Manuel Pizarro, que se refirió a Andalucía como una comunidad "subsidiada"; el anuncio de Esperanza Aguirre de construir un colegio público con enseñanza en catalán días después de que Arenas calificara de "disparate" la propuesta de Chaves de ofrecer el estudio de esta lengua en las escuelas de idiomas andaluzas.

Pero las palabras de la europarlamentaria, por injustas y despectivas, constituyen un error de los que echan por tierra toda una campaña. Aunque igual de sorprendente que la afirmación de Mato es la falta de reacción por parte de sus compañeros. Javier Arenas participó ayer en un mitin en Dos Hermanas por cuyo atril también pasaron los alcaldes de Granada, Cádiz, Huelva y Almería y los números uno de las listas del PP al Congreso y el Parlamento andaluz por Sevilla, Soledad Becerril y Juan Ignacio Zoido. Ninguno de los siete dijo una sola palabra al respecto. Sólo Esperanza Oña, cabeza de lista al Parlamento por Málaga, aceptó que "está mal expresar el término 'analfabeto".

Fuera del PP, las afirmaciones de Mato sí que generaron una cascada de reacciones, la mayoría de indignación. El consejero de Educación, Sebastián Cano, las incluyó dentro del "elenco de insultos" del PP hacia Andalucía. "Le salió del alma a pesar de que luego rectificó". Cano rebatió a la europarlamentaria con datos. Destacó que Andalucía es la tercera comunidad del país en gasto en educación con un 4,48% relación con el PIB, cuando la media nacional es del 3,91%; y que Andalucía ya cuenta con 403 centros bilingües mientras que Madrid dispone de 147. Este curso, Andalucía cuenta con 1.604.514 niños escolarizados.Los sindicatos denunciaron el "desprecio" de la europarlamentaria popular Ana Mato. "Las declaraciones son un insulto a los 150.000 trabajadores de la enseñanza. Tenemos una ley para poner los cimientos del cambio", resumió ayer José Blanco, secretario general de la federación de enseñanza de Comisiones Obreras. Juan Carlos Hidalgo, de UGT, achacó las declaraciones "al fruto de la frustración del PP de no haber sabido conectar con la población andaluza". "Se ha hecho un esfuerzo tremendo que no se puede tachar de rotundo fracaso", remachó.

La confederación de padres de alumnos Codapa censuró "la desfachatez y la doble moral" de Mato. "Resulta inaceptable su desfachatez cuando su comunidad no se sometió a las evaluaciones internacionales", criticó su presidenta, Pilar Triguero.

El PSOE criticó ayer en tromba a la candidata popular. Mientras que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero arremetió contra Mato "por enredar y crispar", la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, exigió a la europarlamentaria "que se enfrente con los padres, madres y niños andaluces y que les diga mirándoles a la cara que efectivamente sólo hemos sido analfabetos cuando en España gobernaba la derecha, hace muchos años".