La diplomacia musical llega a Pyongyang

Cansado de esperar a que Corea del Norte abandone su programa atómico, Estados Unidos ha tomado una iniciativa típica de los mejores tiempos de la guerra fría. La Orquesta Filarmónica de Nueva York ofreció ayer un concierto histórico en Pyongyang, que reunió la mayor presencia de estadounidenses en el país asiático desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953). El acto, que comenzó con la interpretación por parte de los músicos de los himnos nacionales de los dos países, coincidió con la visita a Pekín de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, quien urgió al Gobierno chino a que presione a su vecino para que ponga fin de una vez al programa de armas nucleares.

"Espero de China lo que espero de los demás, que utilice toda la influencia posible con los norcoreanos para transmitirles que es hora de ir hacia delante", dijo Rice. China, anfitriona de las conversaciones a seis bandas en las que también participan Rusia, Japón y Corea del Sur, es considerada el miembro del grupo con más influencia sobre Pyongyang, dado que es su aliado político más cercano. Los seis países llegaron a un pacto histórico en 2007, por el cual el Norte aceptó desmantelar sus planes atómicos a cambio de un millón de toneladas de petróleo o su equivalente en ayuda energética, la normalización de las relaciones con Estados Unidos y Japón, y el inicio del proceso para la firma de un tratado definitivo de paz de la guerra de Corea. Según el pacto, Pyongyang debía haber declarado todos sus planes nucleares a finales del año pasado, pero ha incumplido el plazo debido a las discrepancias con Washington sobre el proceso de desarme.

Rice saludó el viaje de la filarmónica -ha sido autorizado por Washington-, pero advirtió de que no había que pensar que generará grandes avances. "Es una sociedad que ciertamente necesita formas de abrirse, pero hay una gran distancia entre un concierto y cambiar la naturaleza de la política norcoreana", afirmó.

Pyongyang -según Financial Times, también ha invitado al guitarrista británico Eric Clapton- ha hecho un esfuerzo sin precedentes para acoger a los músicos estadounidenses y permitir a una delegación de 300 personas permanecer durante 48 horas en su territorio. Hasta el punto de facilitar a la prensa el acceso a líneas telefónicas internacionales e Internet, algo inusitado en el país más aislado del mundo.

El programa de la actuación incluyó la Sinfonía número 9 de Dvorak y Un americano en París, de George Gershwin. Zarin Mehta, director ejecutivo de la orquesta, intentó quitarle trascendencia política al viaje: "Vamos a dar algunas clases. Tocar música de cámara y ensayar. La política no es nuestro juego".

La Filarmónica de Nueva York interpreta el himno de EE UU en Pyongyang