Cruz al mérito de la Guardia Civil

El director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, presidió ayer en el cuartel coruñés de Lonzas la imposición a título póstumo de la Cruz al Mérito con distintivo rojo a Ramón González Cabaleiro, fallecido en acto de servicio el pasado sábado cuando participaba en una operación de rescate que resultó una falsa alarma en la zona de Ferrol.

Más de un centenar de guardias civiles, además de numerosas autoridades, acudieron ayer a la capilla ardiente de la última víctima en el mar - suman ya 16 desde que comenzó el año -, instalada en el acuartelamiento que el instituto armado tiene en A Coruña.

En el acto estuvo presente también la familia de González Cabaleiro. Tanto Mesquida como el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, aludieron al respeto a la familia para rechazar ofrecer explicaciones sobre este accidente y la investigación abierta para esclarecer las circunstancias en las que se produjo la muerte del agente.

El guardia civil, que residía en Sada, estaba casado y tenía un hijo de 11 años. La condecoración que impuso ayer Joan Mesquina ante el féretro de González Cabaleiro es la más alta de cuantas concede el instituto armado y en este caso, al conllevar el distintivo rojo, resalta la "conducta o acción de alto relieve" de quien la recibe. La Cruz al Mérito de la Guardia Civil también conlleva una pensión vitalicia para sus herederos.

El guardia civil fue enterrado ayer en la parroquia de San Salvador de Bergondo. Ramón González Cabaleiro estaba adscrito al Servicio Marítimo Provincial de A Coruña , la unidad en la que trabajaba desde 1992.