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ELECCIONES 2008 | La cara de los problemas

"Empiezas a ver el dinero y cuesta volver a estudiar"

Raquel López engrosa la estadística de fracaso escolar, que afecta al 30% de los alumnos

J. A. Aunión

Hay dos datos que señalan el gran agujero educativo español. El 29,6% de los alumnos no consigue el título de graduado en ESO, el más básico. Y el 29,9% de los jóvenes de 18 a 24 años ha dejado de estudiar después de la ESO. Esto significa que, con variaciones entre comunidades, la inmensa mayoría de los que abandonan los estudios son los que no han conseguido ese título.

Eso sí, con algunas excepciones como la que representa Raquel López, madrileña de 17 años, que, aunque engrosa la estadística de fracaso escolar, se ha reenganchado en una escuela de adultos. Hasta 2º de ESO, Raquel iba aprobando. "Pero en 3º, empecé a hacer el tonto". Repitió curso y, al año siguiente, cuando se dio cuenta de que no le iban "a dar el graduado", abandonó.

Tenía clases de apoyo, en casa la castigaban, pero prácticamente lo único que le gustaba del instituto eran "los compañeros". "Había muchas asignaturas. Música o Plástica me parecían absurdas", dice. En definitiva, que no se esforzaba; quería ponerse a trabajar. Pero cuando lo ha hecho -de teleoperadora, de 9.30 a 13.30- ha recuperado las ganas de esforzarse y sacarse el graduado en la escuela de adultos. Muchos de sus amigos también se han arrepentido de dejar los estudios, "pero empiezas a ver el dinero y te cuesta retomarlo".

En cuanto a ella, ahora está aprobando y después quiere estudiar FP, precisamente, dónde hay otro agujero. El porcentaje de chicos españoles que se saca el bachillerato está en la media de la OCDE, pero el de los que se titulan en FP está 12 puntos por debajo. Tanto el PSOE como el PP prometen contratos que permitan a los jóvenes compaginar estos estudios con el trabajo.

Pero antes hay que conseguir que se saquen el título de ESO, lo que pasa por mejorar los resultados del aprendizaje que, según el informe PISA, son más bien mediocres y en lectura, incluso, van para atrás. Los responsables del informe insisten una y otra vez en que lo que más condiciona esos resultados es el contexto socioeconómico del alumno y su colegio, pero que hay países que logran mitigar su impacto. A Raquel -su padre es camarero, su madre ama de casa y su hermano trabaja en un taller mecánico- lo que le pasó es que no veía el objeto de estudiar. ¿Y no había absolutamente nada que le gustara? "Bueno, sí, Física y Química". ¿Por qué? Una vez más, el profesor. "Hablaba más con nosotros, se preocupaba. Otros iban a su bola".

Raquel Fernández ha retomado sus estudios.
Raquel Fernández ha retomado sus estudios.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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