El helicóptero de Fomento acudió a salvar al 'Cordero' con graves averías

El primer helicóptero de Salvamento Marítimo que en la madrugada del 15 de enero salió a auxiliar a los tripulantes del pesquero Cordero despegó de la base de Alvedro 42 minutos después de recibir la orden, incumpliendo la normativa que fija un tiempo de respuesta máximo de 10 minutos. El informe interno de Salvamento sobre la operación revela las causas de este retraso y las averías que impidieron localizar a los marineros con un visor electrónico para salvarlos. En el naufragio fallecieron cinco personas.

Cuando el piloto arrancó la aeronave, varias luces alertaron de anomalías mecánicas en el aparato, lo que obligó a abortar el despegue. El foco de aterrizaje no funcionaba y la señalización interna de puertas abiertas permanecía encendida una vez que éstas fueron cerradas. Al llegar al lugar del naufragio, los problemas continuaron.

El helicóptero tenía averiado el visor nocturno por infrarrojos y la tripulación tuvo que acometer la búsqueda de los ochos náufragos a ojo, sirviéndose únicamente de los focos del aparato, entre olas de 8 metros y vientos que superaban los 90 kilómetros por hora. El informe de Salvamento, que se basa en el relato de los equipos que participaron en el rescate, señala que el sistema de visión por infrarrojos "se encontraba desmontado debido a una avería, lo que impidió efectuar la misión con el auxilio de medios de búsqueda electrónicos".

El documento de Salvamento sobre el dispositivo que acudió a auxiliar al barco revela otro dato significativo. El comandante y el copiloto del aparato, al igual que la aeronave, no pertenecían a la base de Alvedro, sino a la de Gijón, y por tanto "desconocían la geografía de la zona" donde transcurrió el naufragio, lo que "mermó la eficacia de la operación". El Ministerio de Fomento siempre ha negado la existencia de anomalías en los medios que participaron en el rescate del pesquero.