Asperezas
Dice ZP que hay que limarlas. Él las lima cenando lomo de merluza perfumado a la vainilla en la Nunciatura de la Santa Sede en España. ¡Así se cena, como manda la Madre Superiora!
Yo las limaré pidiendo perdón a los artistas e intelectuales de la Plataforma de la Ceja por haberles llamado babosos y serviles.
A la luz de esa transparencia rebuscadita del postre de mousse de lima con gelatina de té de jazmín, cabe preguntarse: ¿qué le está pasando al Partido Socialista Obrero Español? ¿Le debemos algo a la Iglesia? ¿No es más bien al revés? Paradójicamente, la Iglesia católica española debe más a los socialistas que al Partido Popular. Lo esencial es que el Estado no puede dejar de reaccionar ante la negación de su legitimidad y eso es lo que ha hecho la Iglesia Católica a la puerta de las elecciones generales. ¿Hacía falta ir a decírselo al Nuncio en persona y tomar un entrante de delicias de calabacín y alcachofa sobre salsa de albahaca?
Estamos en un momento de superfetación gestual y esto es peligroso, tanto como las rebajas fiscales presentadas como gangas de último momento, en lugar de discutirlas, tras las elecciones, en un sosegado análisis público de asignación de recursos.
¿Hay que limar asperezas? Que yo no deba dejarme llevar por mi temperamento, no quita para que los políticos se abstengan de provocar vacíos sentimientos con motivo de unas elecciones. Además: ¿y si las asperezas procedieran de la dureza de la situación real y fuera imposible limarlas? La relación de Estado español con la Iglesia Católica exige aspereza y firmeza. Laicismo radical.
El escritor Álvaro Pombo es candidato de UPyD al Senado por Madrid.
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