La banca afronta la crisis con liquidez y 550 millones para cubrir morosidad

Los bancos y cajas de ahorro con sede en Galicia han aumentado sus beneficios netos en un 23% durante 2007, superando por vez primera los 850 millones de euros. La cifra habría superado los 1.000 millones en beneficios, de no ser por la crisis financiera e inmobiliaria que, desde hace seis meses está afectando a las cuentas de resultados de toda la banca.

La banca gallega aumenta un 23% su beneficio, el colchón contra insolvencias

Para afrontar el aumento de la morosidad y las previsibles insolvencias de algunos de sus clientes, las entidades financieras gallegas han metido 550 millones de euros en dotaciones para el año 2008. Es un 65% más de dinero del que habían reservado para clientes morosos en 2007. La mayor parte del dinero son coberturas ordenadas por las normas del Banco de España, aunque casi toda la banca gallega ha optado por aumentar voluntariamente las dotaciones para insolvencias por si la economía empeora más de lo previsto por el Gobierno.

En paralelo, las entidades han optado en 2007 por hacer caja, vendiendo activos, para disponer de mayor liquidez con la que afrontar la cobertura de sus propios créditos. Es el caso de los tres grandes de la banca gallega. Pastor y Caixa Galicia optaron por vender importantes paquetes de acciones en Unión Fenosa para realizar plusvalías; y Caixanova desinvirtió la participación que había tomado durante la privatización de la Empresa Nacional de Autopistas.

Las cuentas de la banca gallega aparecen con mejor fortaleza que las de otras zonas de España (Mediterráneo y Castilla-La Mancha), más castigadas por el mayor peso de las hipotecas a promociones inmobiliarias. Tanto la tasa de morosidad, como la de liquidez (créditos que pueden cubrirse con los depósitos de clientes en balance), son peores que en años anteriores pero mejores que la media de cajas y bancos españoles que ya han presentado cuentas.

"Es bueno ser prudente para ver lo que da de sí 2008. Lo que a mí me parece es que en esta ocasión son ciclos de crisis muy cortos pero muy intensos, porque todo está más interconectado", opinó José Luis Méndez, director general de Caixa Galicia, la más grande de las entidades financieras gallegas.

"Este será un año en el que un evidente cambio de ciclo traerá oportunidades a aquellos que cuenten con un eficaz dinamismo comercial", analizó José María Arias, presidente del Banco Pastor.

"Caixanova pudo mejorar sus resultados, pero hemos preferido reservar dinero por cautela. Queremos crecer, pero de forma sostenible y rentable en el tiempo", subrayó José Luis Pego, director general de Caixanova.

Las ocho entidades financieras con sede en Galicia aún mantienen el grueso de su negocio en la Comunidad. Dicho de otro modo, lo que es una debilidad para su crecimiento se ha convertido en una fortaleza, ya que las cifras de impagos inmobiliarios están siendo en Galicia más bajas que en otras zonas más dinámicas de España.

Con una tupida red de 1.543 sucursales, la banca gallega copa el 80% de la cuota del mercado financiero autonómico. En los últimos ocho años, todas las entidades (excepto la Caixa Rural Galega) han desembolsado fuertes inversiones en su expansión española e internacional. En la actualidad disponen de 1.143 oficinas fuera de Galicia que, si se cumplen los ritmos de aperturas previstas, en tres años su red exterior superaría a la gallega.

Todas las entidades son, mayoritariamente, de dueños gallegos y gestión centralizada en Galicia a excepción del Banco Caixa Geral (capital portugués y, desde hace tres años, sede operativa en Madrid); y del Banco de Galicia, filial del Banco Popular Español. Caixanova es la única propietaria de un banco privado, el Gallego.