Insatisfechos y desmovilizados como nunca en Cataluña

Las encuestas auguran que las elecciones generales las ganará quien demuestre mejores tablas para capear la crisis económica. Pero la receta no bastará para convencer al electorado catalán. Los partidos de Cataluña, sobre todo la izquierda, deberán lidiar también con un electorado profundamente insatisfecho con la política y desmovilizado como nunca.

Así lo certifica una encuesta de la Generalitat hecha pública ayer. El 63,9% de los catalanes se declaran insatisfechos con la situación política y sólo el 59% asegura que irá a votar el 9-M, 18 puntos por debajo de la participación de 2004.

La situación es especialmente alarmante para el PSC, que anoche comenzó la campaña electoral con un dramático llamamiento a la participación "para evitar que vuelva el PP". Los 15 escaños de distancia que el PSC obtuvo en 2004 sobre el PP en Cataluña fueron básicos para la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero. La cabeza de lista de PSC, Carmen Chacón, se ha propuesto mantener o ampliar esta distancia.

Lo tendrá complicado. El electorado del PP, aunque minoritario en Cataluña, es el que está más movilizado. Su candidata por Barcelona, Dolors Nadal, llamó ayer a repetir los resultados de 1996, cuando lograron ocho diputados. En 2004 se quedaron con seis.

Convergència i Unió también intenta sacar tajada de la insatisfacción de los catalanes. Su candidato, Josep Antoni Duran, encabeza el ranking de candidatos nacionalistas que aspiran a ser decisivos en el próximo gobierno. Esquerra Republicana también aspira a ser decisiva, aunque con objetivos más modestos. Los republicanos se conformarían con mantener su grupo parlamentario en el Congreso. Ahora tienen ocho diputados.