España sigue en pie
Las autonomías han avanzado gracias a Cataluña, el PSOE y el PP
España sigue siendo un solo Estado, Cataluña sigue siendo una comunidad autónoma, el PP ya no dice que los nacionalistas están radicalizados, el PSOE da por cerrado el modelo autonómico... El intenso viento electoral va limando las asperezas de los discursos. En todo caso, la legislatura quedará como la de la catarsis estatutaria, sobre todo marcada por la crispación sobre el Estatuto catalán.
Otras cinco comunidades autónomas han mejorado sustancialmente su autogobierno en esta legislatura con el impulso de PP y PSOE. Este es el panorama después de la verborrea:
1. ¿Se ha roto España? Esta expresión, que el PP puso de moda a raíz del Estatuto catalán, ya no la defiende ni Mariano Rajoy, al que los periodistas disfrutan preguntá ndole ahora en las entrevistas si se rompió o no se rompió. España es un país tan descentralizado que el Congreso de los Diputados sólo hace el 9% de las leyes que se publican. El 91% restante las hacen las comunidades autónomas. La Administración central tiene medio millón de funcionarios y la autonómica un millón y medio. Ya era así antes de esta legislatura.
2. ¿A quién se le ocurrió reformar los estatutos y a quién le interesaba? Pues parece que a todos. El principal impulso viene de Cataluña, cuyo Estatuto era el mismo desde 1979. Una actualización del mismo se llevaba debatiendo desde hacía años. Sin embargo, la Comunidad Valenciana se le adelantó con un impulso decidido de su presidente, Francisco Camps (PP). Viendo lo que se debatía en Cataluña, y conscientes de que se quedaban cortos, incluyeron la cláusula Camps o cláusula por si acaso, que viene a decir que los valencianos asumirán automáticamente cualquier avance estatutario de cualquier otra comunidad. Ya con el Estatuto catalán aprobado y la decisión del PP de recurrirlo, este mismo partido ha abrazado de forma entusiasta las reformas de Andalucía, Baleares, Aragón y Castilla y León, que recogen sin complejos los avances del texto catalán, y nadie les ha dicho que rompan España. Estos estatutos han tenido tal grado de consenso que se limaron sin problemas en el Congreso y el Senado no les ha tocado ni una coma. Literalmente, han llegado al BOE hasta con las erratas originales. PP y PSOE han estado tan en sintonía que también han rechazado juntos el plan Ibarretxe. Queda viva aún la promesa del lehendakari de hacer una consulta de carácter soberanista. La consulta será rechazada también gobierne quien gobierne, aparte de que legalmente es inviable.
3. ¿Los españoles tienen ahora distintos derechos según donde vivan? Los derechos de los españoles son los que están recogidos en la Constitución. Pero el nuevo Estatuto valenciano introdujo una importante novedad, copiada por los demás: contiene un capítulo de derechos de los valencianos. ¿Esto supone distintos derechos para los valencianos? Gracias a que Aragón y Castilla-La Mancha recurrieron parte de este capítulo al Tribunal Constitucional sabemos que no es así. El TC desestimó los recursos, y argumentó que no hay ningún problema en que los estatutos desglosen derechos dentro de los recogidos en la Constitución, incluso otros diferentes en materias de su competencia. Esta decisión del Tribunal Constitucional sienta un importante precedente para los demás. Otra cosa es que los españoles tengan distinta calidad en los servicios según donde vivan, porque eso depende de las prioridades de sus gobiernos autónomos, y siempre ha sido así. Pero los derechos son los mismos.
4. ¿Cataluña ha secuestrado los Presupuestos Generales del Estado? Cataluña ha puesto condiciones a la inversión del Estado en su nuevo Estatuto, y las Cortes lo han aprobado. El Estado se ha comprometido a dedicar a Cataluña un porcentaje de las inversiones en infraestructuras equivalente al aporte de la economía catalana al PIB nacional (aproximadamente un 18%) durante siete años, hasta 2013. No es la primera vez que un Estatuto de Autonomía condiciona (siempre temporalmente) las cuentas de todos. Tampoco la última. El de Andalucía, con el apoyo del PP, establece que la "inversión del Estado" en Andalucía debe ser equivalente al peso de su población en España. El crecimiento de estos años permite, según el Gobierno, que se cumplan estas condiciones y las inversiones crezcan además en el resto de España. Este artículo (sólo en el catalán) está recurrido al Constitucional por el PP, el Defensor del Pueblo y el Gobierno de La Rioja, también del PP. La solución, después del 9-M.
5. Al final, ¿cuántas naciones hay? El Estatuto de Cataluña dice en su preámbulo, que "el Parlamento de Cataluña ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación". Eso es verdad. Después dice que es una "nacionalidad". Andalucía se declara "realidad nacional". Los demás optaron por fórmulas menos comprometidas.
6. ¿El Estado central se está quedando en los huesos? Los grandes traspasos de competencias, como Sanidad y Educación, ya están hechos. De todas formas, "las comunidades autónomas son Estado", dice el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Fernando Puig. "Involucrar a las autonomías en la gestión de competencias es mejorar la prestación, como sucede con la Sanidad y la Educación, que son los servicios mejor valorados por los ciudadanos".
7. ¿Por qué cobran más los funcionarios en unos sitios que en otros? El secretario de Estado, Fernando Puig, explica que "las administraciones tienen capacidad legal para marcar políticas de recursos humanos en sus ámbitos, igual que las empresas". Los sueldos base están fijados en los Presupuestos. Lo que varía son los complementos en las distintas autonomías.
8. ¿Es normal que en España estemos discutiendo estas cosas? En España, como en cualquier parte, se discute de aquello que se cuestiona. Los nuevos estatutos de la Comunidad Valenciana, Andalucía, Baleares, Aragón y Castilla y León apenas han generado ninguna polémica. Nadie los ha cuestionado radicalmente de arriba abajo.
Un Estatuto que el Congreso hizo constitucional
9. ¿El Estatuto de Cataluña es inconstitucional? El PP cree que sí, y por eso lo ha recurrido de arriba abajo al Tribunal Constitucional, incluso artículos que luego ha apoyado calcados en otros estatutos. Es significativo que el PP nunca haya dicho exactamente qué competencia concreta recogida en el Estatut recuperaría para el Estado si gobernara, o qué artículo se negaría a aplicar como Gobierno.
El texto que aprobó el Parlamento de Cataluña sí debía de ser claramente inconstitucional. La prueba es que la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados modificó decenas de artículos. En muchas ocasiones, se utilizó una técnica jurídica facilona que consiste en dejar el texto como está y añadir: "Sin perjuicio de lo dispuesto en la Constitución" y fórmulas parecidas. Es decir, se pone en la ley lo que se quiere hacer, pero se cubre la posibilidad de que sea inconstitucional. Se suele decir que cuando en una ley pone "sin perjuicio de..." es porque el legislador es consciente de estar causando un perjuicio. La decisión del TC cerrará el debate. Pero será después de las elecciones.
Lo que divide a los españoles no son los estatutos, es el agua
10. ¿Este proceso ha desembocado en un todos contra todos? Entre todos los que comparten ríos, sí. El proceso de los estatutos ha puesto sobre el tapete un problema que ya existía de antes, las reticencias a compartir la gestión de los recursos hídricos de cada comunidad con su vecino.
Al grito de mi río es mío y los demás son de todos, las comunidades autónomas se han lanzado a tratar de blindar sus recursos sin importarles, primero, el perjuicio al vecino, y segundo, que las competencias son del Estado. Todo ello con el entusiasmo del PP y el PSOE de cada comunidad y con el frente común del PP y PSOE en la comunidad de al lado. El debate atraviesa partidos como un cuchillo la mantequilla caliente. Castilla-La Mancha y Aragón, con ambos partidos de la mano, se han enfrentado con la Comunidad Valenciana. Ésta, con Cataluña y Andalucía. Extremadura con Andalucía... etc. Es la primera vez que un estatuto de autonomía es recurrido al Constitucional.
Hágase otra pregunta: ¿por qué nadie ha puesto problemas al Estatuto de Baleares? Pues porque no comparten agua (potable) con nadie.
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