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La precampaña electoral

14 años sin verse las caras

El paro y la corrupción centraron el debate entre Chaves y Arenas en 1994

Lourdes Lucio

"Ojalá sigan estos clarificadores cara a cara". Así se despidió ante la audiencia el periodista Manuel Campos Vidal el 2 de junio de 1994 cuando cerró el programa del primer y único debate en televisión entre el socialista Manuel Chaves y el popular Javier Arenas. Han pasado 14 años de ese ojalá. Desde entonces no han vuelto a celebrarse, básicamente porque el PP nacional no lo ha querido y, por lo tanto, el PP andaluz tampoco.

La cámara sólo recogía la imagen del que hablaba sin enfocar al contrario

Chaves, con 48 años, y Arenas, con 36, se enfrentaron ante las cámaras en un encuentro retrasmitido con medios de Canal Sur y emitido también por Antena 3. El paro y la corrupción fueron los temas estrellas que se abordaron, pese a que en el temario pactado había otros asuntos como el referido a la infraestructuras o las políticas sociales que quedaron completamente solapados. Los candidatos contabilizaban las realizaciones y los incumplimientos en pesetas.

En el debate, Arenas aparece como una máquina de lanzar titulares. Frases cortas, demoledoras e impactantes en cada una de sus intervenciones, dejando en un segundo plano su programa de gobierno. "Usted ha sido el presidente del paro en Andalucía"; "usted no ha sido un gobernante austero"; "usted no ha sido un presidente sólido"; "es usted un mandao de Felipe González"; "la corrupción es un factor de deterioro de la imagen de Andalucía y de España", decía Arenas, casi siempre con las dos manos cruzadas sobre la mesa, salvo a la hora de colar sus mensajes más efectistas. Arenas enseñó ante las cámaras una fotografía de la Casa Sundheim, residencia oficial en la que vivía Chaves y de la que se mudó la legislatura siguiente ante la presión brutal del PP y de IU. "Le progongo que si usted es presidente, se marcha del palacete y si yo soy presidente, no entro en el palacete", decía Arenas.

Este golpe se lo esperaban los asesores del presidente andaluz. "No haga demagogia. Esa no es mi casa, es la residencia del presidente de la Junta de Andalucía", replicó Chaves.

Si Arenas se movía (y mueve) con soltura en el regate en corto, Chaves manejaba (y maneja) mejor los datos y el conocimiento de la situación real de Andalucía. Ninguno es ya el mismo, ni la situación política es igual.

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El director de la campaña de Chaves era Miguel Ángel Pino, hoy alejado de toda actividad política. Afirma que lo más difícil fue negociar si había o no debate y que sus interlocutores fueron Ana Mato, dirigente nacional del PP, y Manuel Pimentel, secretario general andaluz. Curiosamente, Mato no recuerda haber intervenido en la negociación política. Pino negoció el temario, el tiempo de intervención de cada uno de los protagonistas y quién empezaba y terminaba el debate, cuya primera parte duró 1.15 minutos y 31.37 la segunda, tras un intermedio publicitario. También preparó con Chaves el duelo, entre otros asesores. "Yo hice de Arenas", comenta entre risas.

Pino no recuerda que el candidato socialista estuviera "especialmente nervioso", algo que sí sostiene Isidro Cuberos, entonces jefe de prensa de Arenas. "Lo estaban los dos, pero los nervios los perdieron tras los primeros minutos", asegura.

En la negociación, nada se dejó a la improvisación. Se negociaron si estaban sentados o de pie, el número de cámaras (tres), el tiro de foco, el fondo del decorado del plató (en tonos azules) y hasta la altura de las sillas. Los representantes de ambos partidos pactaron que mientras hablaba uno de ellos, la cámara sólo recogería su imagen y no enfocaría al contrario. La realización del debate es por ese motivo tediosa, aunque Arenas continuamente se cuela en pantalla con frases a media voz como "falta a la verdad" o "hay que ver como se pone usted".

Cuberos elogia la profesionalidad de los técnicos de Canal Sur en el debate. "Estaban preocupados en la primera parte por un reflejo en la chaqueta de Arenas. No se sabía de dónde venia hasta que se dieron cuenta de que era por la carpeta de plástico que llevaba. En ese aspecto no hay manipulación".

Manuel Chaves y Javier Arenas (con una foto de la Casa Sundheim) en el debate celebrado el 2 de junio de 1994.
Manuel Chaves y Javier Arenas (con una foto de la Casa Sundheim) en el debate celebrado el 2 de junio de 1994.

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