Garzón frustra la reorganización de Batasuna

Las guardias de Garzón nunca son aburridas. A principios de semana el magistrado ordenaba la detención de los dirigentes de Batasuna Pernando Barrena y Patxi Urrutia, el miércoles los enviaba a prisión y el viernes suspendía de actividades al Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y Acción Nacionalista Vasca (ANV) por tratarse de partidos fagocitados por la organización terrorista ETA. Ayer, lunes, de madrugada, pocas horas antes de que finalizara su semana de guardia, organizó una macrooperación en el País Vasco, con 14 detenidos y 19 registros en varias provincias, con la finalidad de impedir la reestructuración de la Mesa Nacional de Batasuna y que continúa con su actividad orgánica al servicio de ETA.

Y lo hizo aprovechando todos los resquicios que la legalidad le permite, porque incluso ha driblado a la huelga de funcionarios de justicia que reclaman su equiparación en salarios y funciones a los que están transferidos a las comunidades autónomas. Los funcionarios de la Audiencia Nacional están mayoritariamente en huelga, pero tienen que atender como servicios mínimos las vicisitudes que ocurran durante la guardia. Y la operación de ayer se produjo durante la guardia, así que Garzón desplazó hasta San Sebastián a 10 de sus funcionarios para tramitar las órdenes de detención y de entrada y registro.

El magistrado, que viajó acompañado de los fiscales Dolores Delgado y Vicente González Mota, que se habían ocupado de los sumarios de ANV y PCTV, respectivamente, antes de que fueran acumulados en un único sumario con la nueva Mesa Nacional de Batasuna, tenía como objetivo impedir la reiteración delictiva: es decir, evitar que los ahora detenidos pudieran reflotar Batasuna y reestructurar el equipo de mando, constituido por la nueva Mesa Nacional.

No es la primera vez que Garzón y los fiscales correspondientes se desplazan al País Vasco o Galicia para dirigir operaciones antiterroristas o contra el narcotráfico, como por ejemplo la que concluyó con la liberación del funcionario de prisiones Ortega Lara o la denominada Operación Nécora.

El nuevo portavoz

La detención más llamativa fue la de Karmelo Landa, que hace años ejerció de europarlamentario de Herri Batasuna en Bruselas, y tras la detención de Pernando Barrena había asumido las funciones de nuevo portavoz de la formación ilegalizada.

De hecho, Landa, miembro de la nueva Mesa Nacional elegida en 2006, había representado a Batasuna la pasada semana en un par de ruedas de prensa. También se le vio dirigirse el pasado domingo a los mandos de la Ertzaintza en Bilbao para negociar un recorrido alternativo a la manifestación convocada por ANV en protesta por la suspensión de actividades decretada por Garzón. La manifestación acabó con graves desórdenes y daños a entidades bancarias y coches estacionados. Landa era el único histórico -excepción hecha de la abogada Jone Goirizelaia- que permanecía en libertad. De los nueve miembros de la Mesa Nacional que quedan en libertad, cinco son franceses. Todos ellos, salvo Goirizelaia, prácticamente desconocidos.

El caso es que la intención de Garzón de detener a otros miembros de la Mesa Nacional y empleados de Batasuna que habían tomado el relevo de los Permach, Otegi o Petrikorena estaba más que clara, sólo con la lectura del auto por el que encarceló al anterior portavoz de la formación Pernando Barrena. Garzón ya apuntaba que detendría a Aitor Aranzabal, coordinador de Batasuna en Guipúzcoa; Eusebio Lasa, responsable de socio economía; Karmele Aierbe, responsable de euskera; Mikel Etxaburu, representante de Vizcaya; Haizpea Abrisketa, representante de Lapurdi; José Manuel Jurado Tervisco, responsable local de Batasuna que alquiló locales para ruedas de prensa, y Joseba Zinkunegi, responsable de comunicación. Lo que quizá no pensaron es que lo haría tan pronto.

Pero es que, además, el magistrado no se detuvo ahí, y fue a por los responsables económicos de PCTV, Sonia Jacinto y Jesús María Aguirre, que presuntamente realizaron un vaciamiento patrimonial en favor de Batasuna y sus dirigentes. También detuvo al ex responsable de prensa de PCTV Peio Gálvez; ex concejales de Euskal Herritarrok o Batasuna en San Sebastián, como Juan José Ibazeta e Iñigo Balda, y a dos supuestos integrantes de Ekin, Mikel Garaiondo y Nuria Alzugarai.

Trituradora de papel

Fuentes de la investigación informaron de que en el registro de la sede de ANV en Barakaldo (Vizcaya), al que asistió el presidente del partido, Kepa Bereziartua, únicamente se encontró cartelería. Las mismas fuentes señalaron que es evidente que la gestión del partido se hacía desde otro lugar, previsiblemente desde la sede de Usurbil (Guipúzcoa), utilizada por Batasuna, donde había montada una auténtica oficina, órgano de gestión de todos los partidos.

En este local tenían hasta una trituradora de documentos. Las citadas fuentes indicaron que había señales evidentes de que en los últimos días habían hecho limpieza destruyendo multitud de documentos.

Los investigadores trataron de recomponer algunos de los últimos documentos destruidos.

Los 14 detenidos, junto con los efectos incautados, fueron trasladados ayer mismo a Madrid. El juez Garzón tiene intención de interrogar y decidir sobre la posible prisión preventiva de todos los arrestados el próximo miércoles.