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La precampaña electoral

Rajoy evita hablar del 'hiyab' en Melilla

No es fácil explicar cuáles son las "costumbres españolas" en una ciudad donde miles de españoles profesan la religión musulmana, como Melilla. El candidato del PP, Mariano Rajoy, evitó referirse a la propuesta de su partido de prohibir el pañuelo tradicional de la mujer musulmana durante su visita ayer a la ciudad. Tampoco hizo referencia a su plan de hacer firmar a los inmigrantes un contrato para garantizar su integración. Regaló a su público un discurso en el que España y la españolidad levantaron a los asistentes de sus asientos.

Rajoy pasó tres horas y media en Melilla. En ese tiempo, su contacto con la realidad de la inmigración ilegal, un tema que él ha introducido en la campaña, se iba a producir con una visita al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de la ciudad. Pero Rajoy suspendió la visita cinco minutos antes de la hora programada, cuando le esperaban en la puerta del CETI decenas de inmigrantes para saludarlo.

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El PP lo achacó a la decisión del delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, que prohibió la entrada de medios gráficos al CETI para preservar la imagen de los residentes. El PP criticó el "sectarismo" de Fernández Chacón ya que durante la visita de José Luis Rodríguez Zapatero al mismo lugar los medios pudieron tomar imágenes. La delegación había informado de las condiciones de la visita al PP el pasado viernes y el partido había mandado la lista de asistentes sin protestar por la condición expresa. La Delegación del Gobierno explicó que se permitió las imágenes sólo en la visita de Zapatero (ni siquiera en las de ministros) por ser el presidente del Gobierno y en ningún caso en las dependencias de los inmigrantes. Fuentes políticas de Melilla aseguraron que en realidad Rajoy quiso evitar encontrarse con un pequeño grupo de mujeres de diversas asociaciones islámicas que protestaba frente a la puerta contra el PP por su "derecho constitucional" a llevar el pañuelo.

Melilla está muy lejos de los centros de poder, y "venir a Melilla" es una cuestión electoral.

En esta legislatura la han visitado por primera vez los Reyes. En su discurso, Rajoy afirmó que la visita fue un logro de los presidentes autónomos, ambos del PP, "tras pelearlo mucho". Rajoy dio a la visita real el mismo significado que le dio Marruecos: "Fue una muestra de españolismo".

La única referencia al pañuelo hubo que buscarla fuera de los atriles. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, dijo que la hipotética prohibición no afectaría a los musulmanes melillenses "porque son españoles". Arturo Esteban, presidente del PP local, dijo que "aquí no es un signo de discriminación como en otros lugares". En la ciudad autónoma se calcula que hay unos 14.000 votantes musulmanes. En 2004, el diputado se decidió a favor del PP por unos 3.500 votos de diferencia. Precisamente el voto musulmán es el más volátil, el que decide elecciones.

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