Paralizadas más de 200 obras por inseguridad laboral el año pasado
La Inspección de Trabajo impuso multas por valor de 45,4 millones de euros
La Inspección de Trabajo ordenó, en septiembre pasado, la paralización de la construcción de un edificio en Mataró por riesgo de caída desde el tejado a más de 30 metros. Un mes después, paró temporalmente otra obra en el distrito 22@ de Barcelona, en Poblenou, también por riesgo de caída en una zanja sin protección. Así hasta 200.
Las actuaciones del Departamento de Trabajo en prevención de riesgos laborales se saldaron, el año pasado, con la paralización de 226 centros de trabajo por "riesgo grave e inminente de accidente de trabajo", el 18% más que el ejercicio anterior. El 94% de estas interrupciones se produjeron en la construcción.
Este sector concentró la mitad de los requerimientos y un tercio de las sanciones económicas que impuso la Administración por incumplir la normativa de prevención de riesgos laborales. El importe de las multas propuestas por la Inspección de Trabajo en Cataluña alcanzó 45,4 millones de euros en 2007 (con un crecimiento del 23%), año en que se levantaron cerca de 10.000 actas de infracción (+5%) en beneficio de más de 90.000 trabajadores, según el balance presentado ayer por la consejera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna.
La responsable de Trabajo del Gobierno catalán desvinculó la mayor actividad inspectora de las obras del AVE, que el año pasado registraron medio centenar de paralizaciones; la atribuyó a una mayor "eficiencia", a pesar de que los "recursos todavía son insuficientes". Serna confía en el traspaso "pronto" de las competencias en inspección de trabajo.
Al margen de las actuaciones relacionadas con seguridad y salud, casi una cuarta parte de las multas -algo más de 11 millones de euros- estuvieron motivadas por contratar a inmigrantes sin permiso de trabajo. Se encontró a 1.625 personas en esas condiciones tras visitar 8.075 empresas. "Es intolerable que personas inmigrantes se vean trabajando en la clandestinidad y, a menudo, en esclavitud", denunció Serna.
La Inspección de Trabajo también propició que se dieran de alta en la Seguridad Social a 3.500 trabajadores e instó a la conversión de casi 8.500 contratos temporales en indefinidos, como el caso de Nissan en la fábrica de la Zona Franca, donde en octubre pasado 465 trabajadores pasaron de eventuales a fijos. Se da la circunstancia de que, al cabo de unas semanas, el fabricante de automóviles japonés anunció un sobrante de 450 trabajadores. "Nissan es una empresa como otra cualquiera, debe cumplir como el resto", declaró la consejera.
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