Para ser 'número uno' hay que ser ministra, o más
La mitad de las cabeza de cartel han tenido responsabilidad de Gobierno
Los hombres encabezan el 75% de las listas electorales de los dos grandes partidos, como en 2004. En aquella convocatoria, el PSOE contaba 13 mujeres, igual que ahora, y el PP, con 12. Para que una mujer ocupe el número uno en una lista electoral se necesita más que una trayectoria política en la provincia de turno: la mayoría de las que encabezan el cartel, tanto por el PSOE como por el PP han sido ministras o volverán a serlo, mientras que hay muchos hombres en el número uno que son grandes desconocidos fuera de su circunscripción.
Además de ministras, hay consejeras de gobiernos regionales, presidentas del Congreso, como Luisa Fernanda Rudi, o conocidas alcaldesas, como la de Cádiz, Teófila Martínez. La minoría, las que menos suenan a nivel nacional, suelen estar avaladas por una larga trayectoria y un gran peso ganado a pulso a nivel provincial. El 9-M sólo se podrán ver cuatro duelos entre mujeres, en Girona, Barcelona, Granada y Málaga. Este último, especialmente suculento, entre la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez y ex de Sanidad Celia Villalobos.
Los hombres lideran el 75% de las listas populares y socialistas
Cuando se pregunta cuál es la razón de que haya tan pocas y tan señaladas mujeres encabezando las listas, todo el mundo acude al aparato de los partidos, la ejecutiva, la secretaría de Organización, mayoritariamente en manos de los hombres. Ahí reside el poder de los partidos. "Las mujeres nunca estamos en la cocina del poder, nos quitan, nos ponen y rara vez podemos consolidar poder. Son ellos los que administran el poder, las cuotas", dice la socialista Amparo Rubiales.
En toda España, el PSOE sólo tiene siete coordinadoras de campaña y ocho el PP, que además tiene dos mujeres de coordinadoras regionales de campaña (en Baleares y Castilla-La Mancha). También el equipo de los dos gurús de la campaña, José Blanco (PSOE) y Pío García-Escudero (PP) está compuesto mayoritariamente por hombres. "La igualdad es cualitativa", dice Sebastián González, del equipo de García-Escudero. "Pero cuantitativamente se ha trasladado el organigrama del partido al comité de campaña, cada uno desempeña su ámbito de responsabilidad, pero muchas mujeres están participando, tanto en la organización como en la confección del programa electoral", explica. Y dependiendo del tema que se trate, al equipo se incorporan también mujeres, añaden.
LAS PIONERAS
Dolores Ibarruri Gómez
- (1895-1989)
Tras las primeras elecciones, en 1977, el Congreso quedó con menos del 10% de mujeres. Sólo tres había sido cabeza de lista; una de ellas, la dirigente comunista Dolores Ibárruri, Pasionaria, que volvió ese año a España y encabezó la lista de Asturias.
María Victoria Fernández- España
- (1925-1999)
María Victoria Fernández- España fue vicepresidenta del Congreso y cabeza de lista de AP en 1977, 1979 y 1982 por A Coruña. En 1986 pasó al Grupo Mixto. "La revolución femenina ha sido de la más importante, y España donde más se ha notado", afirmó.
Pilar Brabo Castell
- (1943-1993)
Abanderada de la lucha antifranquista, Pilar Brabo Castell encabezó la candidatura del Partido Comunista por Alicante. Tras años en el Congreso, en 1982 pasó al Grupo Mixto y en 1986 ingresó en el Partido Socialista. Fue directora general de Protección Civil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.