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Entrevista:MANUEL PALMA | Empresario y consejero del Banco Urquijo

"Ojalá me equivoque, pero los años del 'boom' no van a volver"

Miquel Alberola

El empresario Manuel Palma (Palma del Río, Córdoba, 1959) acaba de ser nombrado miembro del consejo de administración del Banco Urquijo. Realizando el servicio militar en Valencia inició una fulminante trayectoria empresarial que le ha conducido a ser el mayor distribuidor de Opel en España y a forjar uno de los cien grupos empresariales más importantes de la Comunidad Valenciana. El Grupo Palma, del que es propietario único, abraza varias empresas de muy diversos sectores, factura 150 millones de euros, tiene un capital social de 63 millones y casi 600 empleados. Además, Palma preside la Escuela de Negocios EDEM.

Pregunta. El consejo de administración de un banco es una vía nueva en su trayectoria empresarial.

"Los gobiernos deberían recortar gastos y bajar impuestos"
"Una empresa gestiona mucho mejor un euro que la Administración"
"Por desgracia, en Bancaja los consejeros acaban haciendo política"
"Nos enfrentamos a un año complicado. Un año difícil, pero no dramático"
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Respuesta. Sí, la verdad es que es una experiencia nueva y me va a aportar bastante. Me apetece mucho.

P. El PP lo vetó para ser consejero de Bancaja.

R. No fue un veto. Siempre he dicho que jamás me meteré en política. Soy empresario y no me atrae el mundo de la política. De hecho, me han tentado varias veces y siempre he dicho que no. Partidos de todo signo. En lo de Bancaja me llamó Ignasi Pla y me ofreció la oportunidad. Mi primera reacción fue decir que no, pero luego pensé que Bancaja es una entidad financiera que no tiene nada que ver con política. Acepté, pero cuando llegó la hora del nombramiento hubo un enfrentamiento entre populares y socialistas, se vetaron unos a otros y me dejaron fuera.

P. ¿Le molestó?

R. Que usaran mi nombre, sí. Pero no entrar en Bancaja, no. Y gracias a no haber entrado estoy ahora en el Urquijo, porque si hubiese estado en Bancaja no podría estar en el Urquijo. Y vista la experiencia, entre Bancaja y el Urquijo me quedo con el Urquijo. Pero no por desmerecer a Bancaja, que es una entidad de mucho prestigio, sino porque, por desgracia, en Bancaja la gente que se sienta es por designación política. Se termina haciendo política en una entidad financiera.

P. Su caso como empresario se estudia en la Universitat de Valencia.

R. Hay profesores que se están interesando por el Grupo Palma porque cada vez ocurre más que los estudiantes quieren conocer casos reales. Las universidades dan casos reales y ése es el motivo.

P. Su caso empezó el día que vendió su propio coche.

R. Sí, por necesidad. La mejor escuela es la necesidad. Estaba en el servicio militar y no tenía dinero. Le saqué dinero, compré otro, lo arreglé, repetí y cuando me di cuenta tenía una empresa. Así empezó el grupo, que ahora es una sociedad holding.

P. En muchos casos ya no basta con una nómina para obtener un crédito y comprar un coche. Es consejero de un banco y vende coches. ¿Cómo vive la contradicción?

R. Es un problema puntual porque España es un país que consume más crédito que imposiciones se hacen. Como se necesita dinero se va al mercado internacional y el mercado internacional se ha descapitalizado por la crisis de las hipotecas basura y hay miedo e incertidumbre. No hay préstamos y las entidades financieras españolas tienen menos dinero para prestar y lógicamente lo dan a los mejores clientes. Es un bache que va a durar unos meses porque España devuelve el dinero y otros países no.

P. ¿Cómo ve el horizonte?

R. Nos enfrentamos a un año complicado. Tenemos por un lado la falta de liquidez en los bancos. En el sector inmobiliario hay empresarios a los que no se les renuevan las pólizas y no tienen dinero para devolverlas. Les toca malvender patrimonio. Esto crea incertidumbre y ante la duda, las empresas mandan la gente al paro. La gente que está en el paro no compra coches. Es una cascada. Va a ser un año difícil, pero no dramático.

P. ¿Sólo un año?

R. Vamos a ver: ojalá me equivoque, pero los años anteriores del boom no van a volver. Vamos a estar en crecimientos del 2 y el 3%.

P. ¿Qué habría que hacer para estimular la economía?

R. Lo primero que deberían hacer el Gobierno central y el autonómico es recortar gastos públicos y rebajar impuestos. Los ciudadanos tendrían más dinero para consumir y las empresas funcionarían mejor y podrían invertir. Y eso genera puestos de trabajo. Hay que dejar el dinero en manos de la sociedad, que es la que mejor gestiona el dinero. Un euro en manos de una empresa está infinitamente mejor gestionado que por la Administración.

Una de las cosas que habría que hacer es rebajar a las empresas los impuestos con la condición de que se reinvierta ese dinero. Porque los empresarios en este momento están frenando las inversiones. Eso haría que la economía no se parara.

P. En EDEM dan cursos a empresarios. ¿Qué es lo que más requieren?

R. Conocimientos. Los conocimientos son igual a dinero. Cuando la economía está difícil es cuando hay que agudizar el ingenio. El dinero siempre es el mismo, pero cambia de bolsillo o de país. El que más conocimientos tenga sabrá cómo buscarlo. Hay posibilidades, pero para eso hace falta formación.

P. Usted surgió del fondo. ¿Cómo lo superó?

R. A base de aprender. Dejé la escuela con 14 años, hice el bachiller, estudié por la noche... Desde que estoy en Valencia siempre estoy estudiando y haciendo masters. Hasta que me muera. Como deje de aprender me quedo atrás.

P. ¿Es difícil ser valenciano y cordobés?

R. No porque la Comunidad Valenciana acoge a todo el que llega. Ser una sociedad acogedora le permite crecer y rápido.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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