Huérfanos de batuta

Entre los músicos profesionales se recuerda, con una pizca de sorna, que Herbert von Karajan fue el director de la Orquesta Sinfónica de Berlín durante 35 años, dejando a su paso páginas memorables. En la inmensa mayoría de las orquestas los cargos vitalicios, como el de Karajan, no existen. La vinculación de los directores titulares con los conjuntos tiene un plazo. Y en las dos orquestas del País Vasco ha vencido al mismo tiempo: al término de la temporada, los directores de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) y la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE), Juan José Mena y Gilbert Vargas y Cristian Mandeal, respectivamente, abandonarán el cargo para dar paso a un relevo todavía sin precisar.

La OSE anunció su decisión de no renovar el contrato a Vargas, titular desde 1998, y Mandeal, que comparte con él la responsabilidad desde junio 2001, al comienzo de la temporada. Vargas se mostró disgustado; Mandeal reprochó a la orquesta que los 25 años cumplidos no significan madurez musical. En la BOS, la iniciativa la tomó el director: Mena decidió no prorrogar su contrato para contar con más tiempo para su carrera profesional y su vida privada, pero seguirá vinculado al futuro de la orquesta.

No sólo quedan vacantes las batutas de las orquestas. Musikene, el centro superior de estudios musicales con sede en San Sebastián, reinició el curso en enero sin director. El pianista Alejandro Zabala dejó su puesto después de siete años, alegando razones personales. Desde dentro del centro, aseguran que "se veía venir", porque con un cargo de gestión la carrera de intérprete se resiente.

Musikene sigue sin director. El proceso para designar al sucesor de Zabala tendrá que ponerlo en marcha el presidente del patronato, el consejero de Educación, Tontxu Campos.

Entre los músicos de los conjuntos los anunciados relevos no sorprenden. "Las orquestas necesitan cambios. Son muchos años juntos y acabamos conociéndonos demasiado", dice una veterana. El director general de la OSE, Iñigo Alberdi, en la misma línea, cree que "se ha cumplido un ciclo".

La búsqueda del nuevo director titular está en marcha desde hace meses. Alberdi explica que volverán a una dirección unipersonal, "para potenciar el liderazgo", después de haber experimentado la bicefalia. Alberdi maneja la información sobre el proceso con discreción y no concreta detalles. "Pedimos la máxima implicación en el proyecto", resume. La OSE se tomará el tiempo que la búsqueda requiera. Si antes no contratan un director, la temporada 2008-2009 seguirá adelante con directores invitados.

En la BOS el tránsito a la nueva etapa será más suave. Mena, en buena sintonía con la diputada de Cultura de Vizcaya, Josune Ariztondo, se ha comprometido a actuar como "comodín" en la próxima temporada a la espera del aterrizaje de su sustituto. Su perfil también está más definido. Mena participa en la selección y ya ha acotado las características idóneas para dirigir la BOS: un músico "indiscutible y con experiencia".

¿Es lógico sostener con fondos públicos dos orquestas en una comunidad de 2.200.000 habitantes? Ariztondo cree que no se debe retomar ese debate. "Las colaboraciones entre las orquestas tienen que ir en aumento, en la elaboración de programas, por ejemplo", dice. "La relación es la mejor de la historia". Y recuerda que no hay dos, sino tres orquestas en el País Vasco. "También tenemos la Joven Orquesta de Euskal Herria".