El AVE acelera en su recta final
Un tren de alta velocidad entró ayer en Sants - La fecha de inicio no está decidida, según Fernandez de la Vega - Habrá billetes abiertos para viajar sin reserva previa
Hay en la estación de Sants una sala de espera con unas 300 sillas que aguardan a los viajeros del AVE. Son sillas desinformadas, a las que nadie dice si esos viajeros llegarán la próxima semana o la siguiente. Pero no tardarán mucho más. Ayer mismo la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicaba que la fecha no está decidida, que depende de cómo vayan las pruebas, porque ella no lo dijo, pero otro fiasco sería fatal para el prestigio de la línea y del Gobierno.
Las pruebas de verdad, con corriente eléctrica, empezaron el jueves por la noche. Primero entró un tren laboratorio propulsado por diésel. Pasaban unos minutos de las 22.00. Tres horas después llegó a Sants un convoy laboratorio Séneca propulsado por electricidad. Y ayer por la mañana, ya, los Siemens 103 que prestarán el servicio. Para decirlo en palabras de un dirigente del Adif, "ha entrado en Sants el AVE de verdad". En efectó: entró, entró.
Ayer, además, llevaba pasaje. Claro, un pasaje de circunstancias: técnicos y otros miembros del personal de Renfe y el Adif, la empresa que gestiona las vías y estaciones y que ha gestionado las obras; la misma empresa pública que debe, con permiso del Ministerio de Fomento, decidir la fecha definitiva para iniciar el servicio comercial de la línea.
El primer tren de pasajeros llegó a Sants poco antes del mediodía. Los andenes aún no están limpios del todo, pero las escaleras mecánicas ya funcionan, aunque habitualmente están paradas. También funcionan los ascensores que llevarán a los pasajeros del andén, en el subsuelo, a la planta baja, donde se hallan las entradas y salidas, o a la inversa. Hay tres andenes con una longitud de 465 metros cada uno de ellos y 10,5 metros de anchura.
Falta, eso sí, el arco detector de metales que deberán cruzar los futuros viajeros, pero la zona donde se instalará estaba ayer tan a punto que incluso se había pulido el mármol.
Están también listos los monitores de alta definición en los que se podrán consultar las horas de salida y de llegada y, si es necesario, los retrasos.
Los directivos de Renfe andaban ayer locos, porque la gente lo que quería saber era si había fecha decidida para la explotación definitiva de la línea. De momento, no se pueden comprar billetes para este tren ni el otro (el convencional) para más allá del 18 de febrero, aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha insinuado que podría utilizar la nueva línea el 16 de este mes, para acudir a un mitin en L'Hospitalet.
"Renfe lo tiene todo preparado para poner la línea en marcha en horas en cuanto nos digan que hay que hacerlo", afirmó ayer un portavoz de la empresa ferroviaria, que da estos días la sensación de estar totalmente vendida en este asunto. Sin embargo, si hasta ayer todo dependía del Adif, al que pertenecen los trenes laboratorio, los Siemens 103 que entraron ayer en Sants son ya de Renfe. Es decir, la última palabra la tiene la operadora ferroviaria.
Renfe ha hecho 36.000 kilómetros de pruebas con trenes propios entre Tarragona (adonde ya llega el AVE desde hace algo más de un año) y El Prat. Entre El Prat y Sants, los últimos ocho kilómetros de la línea Madrid-Barcelona, no pudo empezar hasta ayer. Pero si en la zona de alta velocidad, donde se superan ampliamente los 300 kilómetros por hora, las pruebas requieren semanas, en el último tramo pueden ser más breves porque el tren viaja a una velocidad mucho menor.
Superada la primera prueba, salvo imprevistos que serían muy sorprendentes, los técnicos del Adif se preparan para la segunda parte. Durante meses han estado trabajando en la cimentación de Sants con inyecciones de refuerzo en los pilotes. Ahora se trata de ampliar la propia estación. El vestíbulo de Sants tiene 17.500 metros cuadrados. La ampliación, que empezará en breve, hará que se duplique esta superficie. Pero, de momento, ya está listo, prácticamente listo, el espacio que debe acoger a los pasajeros de alta velocidad. Dentro de unos días, alguien calentará las sillas que ayer estaban solas y frías.
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