Una historia de dimisiones

La joven Universidad de Alicante, con apenas 27 años de historia, se ha caracterizado por sus convulsos gobiernos rectorales. La mayoría se han visto envueltos en crisis y problemas internos, de diferente índole y procedencia, que han abocado a sus rectores a dimitir. No es un fenómeno normal ni frecuente en el resto de campus valencianos. Sin embargo, en la Universidad de Alicante, por motivos políticos o personales, cuatro de sus cinco rectores han dimitido antes de concluir su mandato. La semana pasada, por sorpresa, dimitía el rector actual, Ignacio Jiménez Raneda, que optará a la reelección. El objetivo es que no coincida la reforma de los títulos con la cita en las urnas. Hoy el Consell aprobará su cese.

Gil Olcina dimitió al no aceptar Ciscar su candidato al Consejo Social

Pedreño se fue tras sostener un duro pulso a Zaplana por la segregación

La historia se repite. El 26 de febrero de 1985, el catedrático de Geografía, Antonio Gil Olcina, primer rector que tuvo Alicante, dimitió junto con toda la Junta de Gobierno debido a su "desacuerdo" con la política del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), gobernado por los socialistas, al adjudicar solo 87 millones de las pesetas de la época para la transformación del profesorado, según argumentaron. "Se pidieron y comprometieron varias plazas docentes y luego no se concretaron", recuerda un ex vicerrector de aquella época.

Pero en el fondo, admiten otras fuentes consultadas, hubo otra decisión controvertida que irritó a Gil Olcina. El rector se reunió con el consejero socialista en Valencia, Ciprià Ciscar, para informarle de que iba a plantear como presidente del Consejo Social a un "empresario con peso y renombre" y que su candidato era Eliseo Quintanilla.

Ciprià Ciscar escuchó al rector, pero luego la Generalitat colocó en el cargo al fiscal, Ricard Cabedo. "Eso fue la gota que colmó el vaso", recuerdan los más veteranos del campus. Fueron unas semanas convulsas e intensas porque además todos los decanos y directores de escuela en una sesión extraordinaria de la Junta de Gobierno también amenazaron con dimitir, y por si fuera poco la presencia de unos inspectores del MEC para elaborar listas de los profesores de la Facultad de Filosofía y Letras que secundaron una huelga provocó un malestar generalizado.

Tras este convulso final de mandato, en 1985 llegó al cargo Ramón Martín Mateo, el único que no dimitió y que aguantó al frente de la universidad hasta 1994, cuando se disputan el rectorado el catedrático de Psicología Jesús Rodríguez Marín, el de Histología Joaquín de Joan y el de Economía Aplicada Andrés Pedreño. Se impuso este último con un amplio respaldo. Su primer mandato fue de grandes proyectos e iniciativas y en 1997 optó a la reelección. Cuando el PP llega a la presidencia de la Generalitat, de la mano de Eduardo Zaplana, decidió crear una nueva universidad en Elche sin contar con el respaldo de la de Alicante y con la segregación forzosa de centros y facultades, como la de Medicina. Al frente de la nueva universidad el Consell colocó a Rodríguez Marín, candidato derrotado por Pedreño en Alicante.

Las relaciones universidad-Generalitat se fueron deteriorando hasta que el 28 de noviembre de 2000 Andrés Pedreño dimitió por el bloqueo de la Generalitat, presidida por Zaplana, a su proyecto más emblemático: el parque científico Medpark. El detonante del enfrentamiento se produjo en la inauguración del curso académico de 1996, cuando Zaplana, y un séquito de cargos del PP, hicieron un acto de fuerza acudiendo todos a la ceremonia de apertura de curso.

El presidente pidió al rector que cediera su presidencia del acto, pero Pedreño entendió que la presidencia se debe ceder solo en situaciones de normalidad institucional y a raíz del conflicto generado con la creación de la Miguel Hernández no podía simbólicamente ceder esta presidencia. Tras unos momentos de tensión, Zaplana abandonó de estampida el Paraninfo de la Universidad y con él decenas de cargos públicos del PP que hicieron el vacío al rector. Las consecuencias llegaron de inmediato con el bloqueo a cualquier iniciativa que surgiera de Pedreño, y en especial del desarrollo del parque científico.

Tras la dimisión de Pedreño, asumió el cargo Salvador Ordóñez, que fue elegido rector el 11 de mayo de 2001. En esas elecciones se presentaron cuatro candidatos. Tras el escrutinio la candidatura de este catedrático de Petrología obtuvo un amplio respaldo (186 de 239 votos). Durante su mandato, la principal tarea fue intentar recomponer las relaciones institucionales con el PP y especialmente con Zaplana, que regresó al campus de Alicante a hacerse una foto el 20 de julio de 2001, tras un lustro de ausencias y boicots.

Pero la victoria del candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, en las elecciones de marzo de 2004 llevó en unos meses a Ordóñez a convertirse en el nuevo secretario de Estado de Universidades, por lo que tuvo que dimitir y se convocaron elecciones anticipadas en el campus, en diciembre de 2004. Una cita electoral que convertiría a Ignacio Jiménez Raneda en rector. Y ahora éste no agota su mandato, adelanta las elecciones, y anuncia que se presenta.

La votación se celebrará en mayo y no en diciembre, como estaba previsto. El objetivo es lograr evitar que el debate sobre la reforma de los títulos siguiendo el proceso de convergencia europea coincida con el apasionado debate electoral. La aplicación de los nuevos títulos de grado es previsible que levante ampollas. En primer término, todas las carreras pasarán a tener cuatro años, es decir, menos docencia, y las que tengan menos demanda de matrícula, tenderán a concentrarse. Si llegan a coincidir los dos procesos hubiera sido un "suicidio" o una "locura", según Raneda.