Empleo busca un nuevo método para contar mejor las muertes en el trabajo

"Tenemos que acabar con este lamentable baile de cifras". El director general del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral-Osalan, Ignacio Murguía, reconoció ayer que la discrepancia entre los datos oficiales de mortalidad laboral y los reales no es ni sostenible en el tiempo, ni admisible ante un problema tan grave como el de las muertes en el centro de trabajo. En Euskadi, el número oficial de trabajadores fallecidos en 2007 ascendió a 56 personas, según Osalan, mientras que la siniestralidad real casi dobló esa cifra. El número de accidentes con resultado de muerte -faltan por actualizar los muertos in itinere de noviembre y diciembre- ascendía a 92, según los datos de UGT sobre la base de los preinformes de la propia Osalan.

Un trabajador fallece por causas naturales en Erandio

Las sanciones de la Inspección ascendieron a 3,6 millones de euros

El máximo responsable del Instituto Vasco de Salud, que compareció junto al consejero de Justicia y Empleo, Joseba Azkarraga, y al viceconsejero de Trabajo, Josu Loroño, explicó que el Plan sectorial 2007-2010 incluye el diseño de un nuevo sistema de información sobre siniestralidad, cuya elaboración ya está abordando un grupo de trabajo. Aunque dicho procedimiento de contar los accidentes deberá "convivir" con las estadísticas oficiales homologadas para todo el Estado, a partir de su puesta en marcha todos los agentes sociales dispondrán al menos de una información más real. En la actualidad, la estadística oficial excluye de su registro a los trabajadores fallecidos en Euskadi empleados en firmas cuya sede social está fuera de la comunidad y a los autónomos que no cotizan por la contingencia de accidente de trabajo.

El nuevo sistema los incluirá, al constatar que los datos oficiales no sirven como herramienta de trabajo para diseñar una política adecuada contra la siniestralidad. Es decir, el mapa de riesgos no tiene nada que ver con el que dibuja la estadística administrativa.

Joseba Azkarraga aclaró que el departamento diseña su política de salud laboral de acuerdo con el mapa de riesgos, "no de las estadísticas". Recordó el consejero que el Ejecutivo vasco tiene el objetivo de duplicar su plantilla de inspectores para 2010, lo que supondría pasar de un inspector por cada 20.000 trabajadores a uno por cada 8.000 ó 9.500. El año pasado, se levantaron 1.014 actas por infracciones y la Inspección de Trabajo impuso sanciones por 3,6 millones de euros.

En 2007 fueron habilitados 16 técnicos de Osalan para realizar tareas de control y se crearon siete nuevas plazas con este mismo fin. En 2008 se crearán otras doce plazas.

Sin embargo, el desbarajuste de cifras no es sólo patrimonio de las comunidades autónomas. Algo similar ocurre en el resto de Europa, lo que hace imposible homologar datos de siniestralidad en la UE.

Fuentes de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, con sede en Bilbao, confirmaron ayer que "Eurostat y la Comisión Europea están trabajado en un proyecto piloto que permita disponer de estadísticas más detalladas" y homologables. Según los datos oficiales, el número de accidentes con baja en 2007 fue de 43.935, un 5,98% menos que en 2006. Los accidentes in itinere, bajaron un 3,92%; hubo 4.783 frente a los 4.978 de 2006. En total, la accidentalidad se redujo, de acuerdo con la estadística oficial, un 8,38%. Por sectores, en 2007 se produjeron 15 accidentes mortales en la construcción, 14 en la industria (13 en 2006); 14 en servicios y ocho en agricultura y pesca (6 en 2006).

Ayer se registraron dos nuevos accidentes. S.R.R.D, de 58 años de edad, falleció, al parecer por causas naturales, según Osalan, cuando trabajaba en una marmolería de Erandio, en Vizcaya. En el segundo accidente una mujer de 43 años fue trasladada a Cruces con politraumatismos al caer en un foso de tres metros de profundidad en la localidad vizcaína de Alonsotegi.