Las bibliotecas refuerzan la seguridad para evitar robos

Las bibliotecas públicas de la Comunidad se están dotando de más personal y de sistemas de seguridad para hacer frente a los continuos robos que se vienen produciendo en los últimos años en sus instalaciones, según explicó ayer el director general de la Unidad Central de Bibliotecas del Gobierno autónomo, Carlos García Romeral.

Aunque no en todas las bibliotecas dependientes del Gobierno regional se ha producido un índice elevado de sustracciones, en algunas de ellas, como la Manuel Alvar, situada en el distrito de Salamanca, o la de Fuencarral, los robos han estado a la orden del día.

García Romeral explicó que, por este motivo, tanto en dicha biblioteca como en otras de la Comunidad se está incrementando el número de vigilantes e instalándose sistemas de seguridad que detecten los posibles robos. "Era curioso ver cómo en esta biblioteca, Manuel Alvar, había gente que se llevaba los DVD a los baños. No sé a qué", comentó.

Gracias a las cámaras y a los detectores instalados en esta biblioteca, se ha logrado que los robos disminuyan y se ha localizado a una persona que sustraía material audiovisual de los estantes y lo guardaba en una mochila.

Inventarios de material

Otro de los problemas con que suelen tropezarse los usuarios de estas bibliotecas es que los productos que aparecen en la página web de la Comunidad como disponibles no se encuentran luego físicamente en dichos centros, lo que se atribuye a las dificultades para realizar los inventarios del material con mayor asiduidad.

García Romeral indicó que los sistemas que utilizan las bibliotecas actualmente son el manual y el electromagnético, mecanismos que no permiten realizar el inventario de los productos existentes cada poco tiempo. "Una biblioteca no puede permitirse cerrar 15 días para hacer inventario, como puede ocurrir con una tienda", dijo.

Para solucionar este inconveniente, la Comunidad va a implantar un proyecto piloto en una biblioteca de próxima apertura en el distrito de Vallecas, basado en un sistema de radiofrecuencia que ya utilizan las grandes superficies y que, si bien es más caro, permite conocer cada día el estado de los fondos disponibles. García Romeral subrayó que si el sistema funciona, se irá implantando de manera progresiva en el resto de bibliotecas de la Comunidad.