_
_
_
_
Entrevista:HELMUT KRAPMEIER | Arquitecto especialista en viviendas pasivas

"Es un error fijarse sólo en los gastos iniciales de construcción"

El arquitecto Helmut Krapmeier (Viena, 1951), profesor en la Universidad de Krems y colaborador del Instituto de Energía de Vorarlberg, cerró la pasada semana en San Sebastián el ciclo de conferencias sobre la arquitectura sostenible organizado por el Colegio de Arquitectos Vasco Navarro. El especialista austriaco habló de los conceptos energéticos en las viviendas pasivas.

Pregunta. ¿Qué es una vivienda pasiva?

Respuesta. Como todas las casas, tiene paredes, tejado, techos, puertas, ventanas... La diferencia es que tiene una eficacia energética altísima. Está aislada tanto contra el calor como contra el frío. El segundo punto importante es la aireación.

P. ¿Cómo se logra?

R. Normalmente se abre y se cierra la ventana, pero, ya hace 150 años, un médico se quejó de que la calidad del aire en la mayoría de los sitios no es adecuada. En 1905, otro médico dijo lo mismo. La casa pasiva tiene un sistema automático de aireación, que consigue que el 80 o el 90% del calor no se pierda.

"Dados los fallos existentes, la sostenibilidad debe forzarse por ley"
"En la arquitectura ecológica, como en otros campos, hay aprovechados"

P. Vorarlberg es una pequeña región ejemplo de arquitectura ecológica. ¿Es posible trasladar este tipo de construcción a cualquier ciudad?

R. El principio básico de la arquitectura ecológica siempre ha sido que hay que adaptarse al entorno. No hacemos como la arquitectura internacional, que puede hacer una montaña de cristal para cualquier sitio, sino que miramos cuáles son las condiciones locales y construimos para esas condiciones.

P. Construir bajo parámetros ecológicos es aún más caro. ¿A la larga merece la pena?

R. Siempre se comete el error de fijarse sólo en los gastos iniciales de construcción. Pero si tenemos en cuenta que los gastos del funcionamiento de la calefacción y la refrigeración y del cambio de la zona técnica de vez en cuando van a ser menores, construir una casa pasiva cuesta igual.

P. ¿A quién es preciso convencer para construir de forma masiva este tipo de casas?

P. A todos. Hay que motivar a los ciudadanos y hay que convencer a los especialistas y a los gobiernos. Los promotores son los más difíciles. Pero si los clientes van pidiendo, los gobiernos tienen que apoyarlo y los promotores, al final, tienen que seguir la corriente.

P. ¿Qué papel deben jugar en concreto los gobiernos?

R. Primero deben crear las condiciones marco necesarias. Segundo, deben apoyar las campañas de información a la población. Y tercero, aprobar las leyes correspondientes.

P. ¿Cree que la sostenibilidad, en este caso en la construcción, debe forzarse por ley?

R. Sí. Si los gobiernos hubieran sido inteligentes desde hace tiempo y hubieran dirigido el precio de la energía de una forma coherente, no sería necesario intervenir. Pero actualmente, en Europa, el queroseno de los aviones, por ejemplo, no tiene impuestos. Como existen estos fallos, hay que intervenir.

P. ¿Vería bien rebajar los impuestos a quien viva en una casa ecológica?

R. Eso depende de la configuración política de cada país. En Austria se trabaja por la línea de las subvenciones a las casas ecológicas. Y en Vorarlberg, desde el 1 de enero de 2007, toda la vivienda pública tiene que hacerse como casa pasiva.

P. En esto de la arquitectura ecológica, ¿cuánto hay de moda o incluso de fraude y cuánto de compromiso real?

R. En la casa pasiva es bastante fácil conseguir que lo que pone en la etiqueta esté realmente dentro. Existe un sistema de gestión y control de calidad desarrollado por un instituto de casa pasiva en Alemania. Este control es necesario, porque aquí, como en cualquier campo, hay algunos aprovechados que quieren montar en el tren en marcha. De todas formas, usando la casa se descubrirá si está bien hecha o no.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_