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Reportaje:La precampaña electoral

¿Cuánto vale un voto?

Las rebajas fiscales han centrado las campañas electorales en Europa y EE UU, pero España ha ido más lejos

España será el primer país de Occidente que celebre unas elecciones generales en mitad del síndrome de crisis económica por el temor a una recesión en EE UU que arrastre al resto del mundo. En este clima, los principales partidos se han lanzado a una guerra de ofertas puramente económicas, dejando en segundo plano las clásicas polémicas en materia de terrorismo y debate territorial. A más de un mes de las elecciones, han propuesto rebajar o suprimir todo tipo de impuestos.

EL PAÍS ha revisado las promesas estrella de las últimas campañas en varios países de Europa y EE UU. Y aunque casi ningún candidato renuncia a las populares promesas de bajadas de impuestos, todos quedan muy lejos de la abultada oferta económica de la campaña española, donde nunca se prometieron tantas rebajas en tan poco tiempo.

ALEMANIA Bono por niño

Los dos grandes partidos, el socialdemócrata de Gerhard Schröder (SPD) y la CDU de la democristiana Angela Merkel, se presentaron a las elecciones de 2005 con más números que palabras. La CDU planteó la subida del IVA del 16% al 18%. A cambio, reducía la cuota del seguro de desempleo (del 6,5% al 4,5%). Los democristianos prometieron un bono de 50 euros mensuales hasta los 12 años por cada niño nacido a partir de 2007. Para la educación, Merkel prometió un aumento de 1.000 millones anuales, hasta alcanzar en 2010 el 3% del PIB.

El SPD propuso la subida del impuesto sobre la renta para los que ingresaran más de 250.000 euros al año. También la introducción de un salario mínimo interprofesional y una subvención para la baja de maternidad o paternidad durante un año. El SPD se declaró contrario a la subida del IVA. Finalmente, lo estrecho del resultado obligó a una coalición entre SPD y CDU.

ITALIA Bajar o sanear

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Mientras su contrincante, Silvio Berlusconi, centraba su campaña en la reducción de la presión fiscal, Romano Prodi se atrevía con promesas de lucha contra la evasión fiscal. Enfrentados en un debate televisivo en 2006, Berlusconi anunció su propuesta estrella, la abolición del impuesto sobre la propiedad de inmuebles (ICI). "Es muy sencillo", dijo Berlusconi, "se trata de tan sólo 2.500 millones de euros que se pueden recuperar fácilmente". Prodi, que tomaba apuntes, le replicó: "¿Pero cómo? Ya hacen falta 35.000 millones para sanear las cuentas públicas, y usted no dice dónde encontrarlos...". Il Professore salió airoso del debate, ganó las elecciones y subió los impuestos.

FRANCIA Poder adquisitivo

Nicolas Sarkozy se presentó a las elecciones del año pasado prometiendo toda clase de rebajas de impuestos. Terminó en el Eliseo. Proponía reducir la imposición fiscal en un 4% a lo largo de la legislatura; limitar al 50% el máximo de la renta que puede ir a parar al fisco; una exención fiscal para las horas de trabajo extraordinarias y eliminar el impuesto de sucesión para patrimonios de dimensiones medias y pequeñas.

También aseguró que liberaría a los trabajadores del corsé de la semana laboral de 35 horas. "Trabajar más para ganar más", fue su lema. La candidata socialista, Ségolène Royal, centró su campaña en el poder adquisitivo. Prometió subir el salario mínimo bruto a 1.500 euros al mes, instituir préstamos de 10.000 euros a interés cero para desarrollo de proyectos y establecer una pensión mínima garantizada.

ESTADOS UNIDOS Ni Irak ni terrorismo

El temor a la recesión ha dado un vuelco a la campaña estadounidense. Los cinco aspirantes del Partido Demócrata y el Partido Republicano que luchan por llegar a la Casa Blanca se han dado cuenta de que la economía preocupa más a los electores que la amenaza del terrorismo o la guerra en Irak, y se están viendo obligados a ir improvisando sus ideas económicas, sin profundizar demasiado, porque las propuestas concretas suelen perfilarse una vez designado el candidato de cada partido.

De momento, todos se han mostrado a favor de adoptar medidas fiscales, laborales, educativas y sanitarias que cierren la brecha entre ricos y pobres, que no ha parado de crecer durante la presidencia de George Bush. La receta de los republicanos pasa por rebajar impuestos, sin descuidar el gasto. Y los demócratas quieren reforzar el Estado y hacerlo más social.

REINO UNIDO Servicios públicos

No hubo ningún compromiso electoral que centrara la última campaña, en 2005, que llevó a la reelección de los laboristas de Tony Blair. Éstos prometían que los pacientes de la sanidad pública podrían elegir hospital, la reducción de las listas de espera a un máximo de 18 semanas, crear 25.000 puestos de apoyo a la policía local y subvencionar con 200 libras anuales (265 euros) el impuesto municipal.

Los conservadores prometieron también que los ciudadanos podrían elegir hospital público o abonar el 50% de los gastos en hospital privado. También se comprometieron a imponer cuotas anuales a la inmigración, crear 600.000 nuevas plazas escolares para permitir a los padres la elección de escuela, 40.000 nuevos policías, 20.000 nuevas plazas carcelarias y recortes fiscales por valor de 4.000 millones de libras (5.250 millones de euros).

Información elaborada por Juan Gómez, J. M. Martí Font, Laura Lucchini, Sandro Pozzi y Walter Oppenheimer.

Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal, en un debate preelectoral en mayo de 2007.
Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal, en un debate preelectoral en mayo de 2007.EFE

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