La cerámica compensa la caída americana con nuevos mercados

La industria cerámica tiene mañana una de sus importantes citas anuales. Cevisama, el salón internacional de cerámica y recubrimientos para la construcción, abre sus puertas en la Feria de Valencia envuelta con un vistoso celofán: Artechnology, vocablo que aglomera los propósitos del arte, la arquitectura, el diseño y la tecnología. Sin embargo, el brillo de los alicatados y las atractivas tendencias del futuro no amortiguan las sombras que proyecta la desaceleración económica y el parón inmobiliario. Cevisama, además, contará con 40 expositores menos que en 2007.

Estados Unidos ha pasado de ser el principal cliente al quinto puesto

La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) se esfuerza en disipar esos nubarrones, y para ello esgrime los resultados obtenidos por el sector en 2007. Las ventas se incrementaron un 3,5% y reportaron 4.120 millones de euros, aunque la producción, 585 millones de metros cuadrados, se redujo respecto a 2006 (608,4).

Su presidente, Fernando Diago se desmarca de la crisis: "Nosotros hemos crecido en el mercado nacional y en la exportación, y nuestra previsión es crecer en 2008. Estamos en un crecimiento muy importante en el entorno europeo y estamos compensando la desaceleración en los Estados Unidos". "También hemos crecido en África", añade.

La Unión Europea constituye el mercado natural de la producción cerámica. Absorbe el 50% de las ventas internacionales, que representan el 56% de las ventas totales. El mercado exterior ha crecido el 5,5% con un valor de 2.500 millones, básicamente por el aumento de ventas en el conjunto de Europa (14,8%), que supone el 67% de las exportaciones.

Estos datos han permitido al sector neutralizar la caída del 31,9% de las ventas en Estados Unidos, que Ascer atribuye tanto a la fortaleza del euro respecto al dólar como a la crisis hipotecaria que ha convulsionado la economía americana. El mercado norteamericano, que es el mayor importador de cerámica del mundo, representa el 6,6% de las exportaciones del sector y ha pasado de ser el principal comprador de cerámica castellonense al quinto cliente.

"Los datos que manejamos", explica Diago, "es que allí ha retrocedido el consumo para todos los exportadores. Es un mercado complejo, que cuesta entrar, pero agradecido y con profundidad de línea, como se dice en marketing". El presidente de Ascer no da por perdido este mercado y asegura que las empresas españolas están contemporizado con la situación, porque aparte de la baja actividad del mercado la potencia del euro respecto al dólar supone otra penalización.

Otro mercado que ha aminorado sus adquisiciones es Arabia Saudí, con un descenso del 11,2%. Por el contrario, las ventas en el mercado nacional aumentaron el 2%, y representaron el 44% con un valor de 1.840 millones de euros.

Con todo, la previsión de Diago para el futuro "es buena". El presidente de Ascer la fundamenta en la "posición de competitividad" que el sector tiene en el mundo. De acuerdo con su pronóstico, 2008 será un año que consolidará el crecimiento en los mercados internacionales, "con la Unión Europea, Europa del Este y África (Marruecos y Argelia) a la cabeza". En cuanto al mercado interior, Diago augura que la rehabilitación tirará de la demanda durante la desaceleración.

"La realidad es que estamos creciendo y abriendo nuevos espacios, dando nuevos usos a la cerámica y yendo a nuevas tecnologías", manifiesta. "En previsión de la desaceleración, estamos activos en el mundo de la reposición. Si no hemos crecido de forma espectacular, acompañando al boom de la construcción, quiere decir que nuestra estrategia es a más largo plazo, más estable y más orientada a la continuidad", expone.

El presidente de Ascer quita hierro a la bajada de la producción: "No nos importa tanto la cantidad de metros como nuestra posición en el mercado, que ha crecido en precio medio un 8%. Estamos en los mercados más exigentes y en el segmento de mercado que nos corresponde", clarifica.

Tampoco considera relevante que haya menos expositores en Cevisama, que este año reúne 960. "Se tiene que mirar en su conjunto y respecto a las empresas del sector. Hay empresas que han abandonado algunos espacios y otras que han crecido en metros", matiza.

La única preocupación que planea en el sector, según Diago, no es nueva. Se trata del tamaño de las empresas: el 89% de ellas son pymes. "La dimensión de la empresa ha supuesto una fortaleza en su momento, porque ha permitido reorientar las estrategias con mucha celeridad y tomar decisiones ágiles para adaptarse. Ha sido un valor histórico, pero en este momento necesitamos más masa crítica, para una internacionalización productiva". Diago apunta que el sector tiene que ir en los próximos años hacia la creación de valor, la especialización, la cooperación, crecimiento en tamaño y la internacionalización productiva. Y, por supuesto, la innovación, para tener un producto de alto valor añadido.