El carnaval se inicia amenizado por centenares de desfiles
La llegada del rey Carnestoltes marca el principio de las fiestas más alocadas
Carnaval es la única época del año en la que un habitante de Vilanova i la Geltrú (Garraf) puede encontrarse al Zorro hablando con un pulpo, Blancanieves en brazos de una calavera y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, charlando con un diablo junto a la vía del tren. En Vilanova el carnaval es la festividad más esperada, sólo equiparable a las fiestas patronales que se celebran en verano. La noche del viernes, Carnestoltes, el rey del carnaval, se presentó en la ciudad para llevar a los vilanovenses el jolgorio y el desenfreno durante una semana.
Carnestoltes llegó por mar, aunque se desplazó al centro de la ciudad para recibir el calor de las miles de personas, muchas de ellas disfrazadas, que salieron a la calle a recibirle. En su séquito, compuesto por 35 carrozas, había disfraces para todos los gustos: unos irreductibles galos, quejosos por la falta de sátira de algunas comparsas; alusiones al caos de Cercanías, con el disfraz de Magdalena Álvarez como reclamo principal, y hasta unas máquinas tragaperras, que danzaban al son de la música que sonó durante toda la tarde. El discurso de Carnestoltes, que como es habitual fue un repaso del año en clave de humor, dio paso a la primera noche de fiesta de estos carnavales. Las celebraciones continuarán hoy en Vilanova con la tradicional comparsa. Durante toda la mañana centenares de parejas saltarán por las calles de la ciudad para acabar librando una gran batalla de caramelos.
En Barcelona, los actores del musical Cabaret presentaron ayer por la mañana, en el mercado de la Boqueria, los números principales del espectáculo. Los protagonistas de la obra premiaron al mejor disfraz y la mejor parada de la plaza. La llegada de Carnestoltes a Barcelona se demoró hasta la tarde. 3.000 personas acompañaron al rey del carnaval en la Gran Rua, que llenó de fiesta Horta y Nou Barris, sobre todo.
En Tarragona, la Rua de l'Artesania contó con 40 grupos participantes, y en Roses (Alt Empordà), 7.000 personas desfilaron el viernes por la noche acompañando a Carnestoltes.
La Gran Rua del Carnaval de Lleida, que marchó ayer por la tarde por los Campos Elíseos de la ciudad, marcó el inicio de una semana centrada en los espectáculos musicales.
La sátira contra la lentejuela
"Toda Vilanova está ocupada por el imperio de Lentejuelum. ¿Toda? ¡No! Un lugar habitado por galos indomables resiste ferozmente al invasor de Sitgetarum", rezaba el texto que repartió ayer una de las asociaciones que dieron la bienvenida a Carnestoltes en Vilanova i la Geltrú. Decenas de jóvenes disfrazados de galos reclamaban de esta forma la vuelta al carnaval satírico, frente a la invasión de vestidos de lentejuelas que, a su juicio, restan autenticidad al carnaval de Vilanova y acercan la fiesta al de la vecina Sitges, más centrado en el baile y el espectáculo.
Los galos se reunieron en el local de la asociación para tomar poción mágica (a base de cebada fermentada) y así hacer frente al primer acto del carnaval. El encuentro con las otras carrozas participantes en la rua fue pacífico, pese a que alguien confundió a un persa con un temeroso romano. La juerga fue constante. Mientras que unos, más disciplinados, daban a conocer sus reivindicaciones al público, otros tarareaban sin gran fortuna la música que atronaba en los altavoces. Los representantes de Lentejuelum resistieron al ataque bailando ordenadamente.
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