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Société Générale culpa a un operador de 31 años de un agujero de 4.900 millones

Jérôme Kerviel se saltó cinco controles y apostó con futuros por una subida de la Bolsa para quedarse las ganancias, pero la caída causó enormes pérdidas

Para el tranquilo y callado Jérôme Kerviel, pasar de un puesto administrativo a ser operador de Bolsa fue como un sueño hecho realidad. Apenas dos años después, se ha convertido en una pesadilla. Kerviel, de 31 años, se encontraba ayer en paradero desconocido tras ser acusado de un supuesto fraude que ha causado pérdidas por valor de 4.900 millones a Société Générale, el segundo banco francés por capitalización. Se trataría además del mayor agujero causado a una entidad por un solo empleado en la historia de la banca.

El cierre del fraude provocó en parte el desplome bursátil del lunes
Kerviel cobraba unos 100.000 euros al año y es callado y tranquilo
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El agujero de Société Générale levanta muchas dudas

El presidente de Société Générale, Daniel Bouton, compareció ayer para asegurar que el problema fue detectado el pasado fin de semana y anunció que, además, el banco ha perdido otros 2.000 millones relacionados con el desplome de los mercados financieros y con la crisis hipotecaria de EE UU. La cotización de las acciones de la Société Générale fue suspendida unas horas en la Bolsa de París, y luego cayó un 4%.

Bouton y Philippe Citerne, el número dos de esta institución financiera fundada en 1864, que cuenta con 120.000 empleados y 22,5 millones de clientes, presentaron su dimisión al Consejo de Administración. No les fue aceptada. Avergonzados, señalaron que no cobrarán ninguna de las primas anuales del ejercicio de 2007 ni del de 2008. Bouton, que ha despedido al jefe directo de Kerviel, renuncia también a su sueldo durante los próximos seis meses. Pese a todo, el resultado de la Société Générale en 2007 será positivo; en torno a los 800 millones, frente a los 5.200 millones de 2006.

El escándalo surge tras unos días en los que corrieron todo tipo de rumores sobre la situación de Société Générale. Varios analistas llegaron a sugerir que podía encontrarse en quiebra. En una carta a los accionistas y clientes del banco, Bouton aseguró que la dirección tuvo conocimiento del tamaño del agujero el pasado día 20 de enero, y que inmediatamente se comunicó la situación al Banco de Francia y a la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF). Los fallos en los procedimientos de control, sostuvo, "han sido identificados y corregidos".

El supuesto fraude quintuplica el agujero con el que Nick Leeson llevó a la quiebra a Barings en 1995. Para evitar complicaciones, Société Générale ha puesto el remedio antes de anunciar las pérdidas: el banco procederá a una ampliación de capital de 5.500 millones, asegurada por JPMorgan y Morgan Stanley, para reponer lo perdido.

Sobre Kerviel se sabe poco, aunque Société Générale insistió en que actuó solo y no se benefició, al menos directamente, de las operaciones que han ocasionado el desastre. Kerviel llevaba en el banco desde 2000 y ocupaba el puesto de operador de derivados en París desde mayo de 2006. Hasta hace unas semanas, sus posiciones en los mercados eran positivas. Pero arrancó el año con una agresiva apuesta alcista por la Bolsa mediante futuros sobre índices bursátiles europeos que escapó al control del banco. La caída de la Bolsa provocó fortísimas pérdidas.

Kerviel habría "aprovechado su conocimiento con detalle de los procedimientos de control" para "disimular sus posiciones gracias a un montaje elaborado de transacciones ficticias", según el banco. De las explicaciones dadas se deduce que adoptaba una posición alcista auténtica y simulaba cubrirla con otra bajista que en realidad era ficticia. El banco creía que ambas posiciones se neutralizaban y que el riesgo estaba cubierto. Con la caída de la Bolsa, las pérdidas se han disparado. Si la Bolsa hubiera subido, probablemente Kerviel hubiera sido capaz de embolsarse el beneficio sin ser detectado. Varios analistas franceses desconfían de la versión del banco y creen que Kerviel puede ser una cabeza de turco para explicar las pérdidas multimillonarias por la crisis financiera.

El banco se puso a liquidar las posiciones el lunes, y se encontró con "condiciones del mercado particularmente desfavorables". Fuentes financieras señalan que el propio cierre de esas operaciones fue una de las causas del desplome de las Bolsas europeas, que sufrieron ese día una jornada negra.

La pregunta que ayer se hacía todo el mundo es cómo una sola persona, que no estaba ni de lejos en los niveles decisorios del banco -el sueldo anual de Kerviel no superaba los 100.000 euros brutos-, disponía de la capacidad de jugar con un montante de activos tan importante. Bouton se limitó a explicar que, de los interrogatorios a que fue sometido, el banco deduce que se trata de "un acto de mala voluntad" pero no aclaró cuál pudo ser su motivación. "Es un hombre solo que ha construido una empresa disimulada en el seno del grupo y que ha tenido la inteligencia de evadir todos los procedimientos de control", insistió Bouton. Se saltó cinco niveles de control, según el gobernador del Banco de Francia, que se autoexculpó y salió también en defensa de Société Générale.

La ministra de Finanzas, Cristine Lagarde, aseguró que no había ninguna razón para la "inquietud", pero también se preguntó cómo es posible que no se haya detectado este problema.

Kerviel fue descrito por algunos de sus compañeros como un genio de la informática, mientras la dirección del banco sugirió que atravesaba por "dificultades familiares" y tenía un carácter "frágil". Los directivos del banco le pidieron explicaciones el pasado fin de semana pero el domingo por la noche dieron por terminada su investigación interna sin presentar una denuncia contra él ante los tribunales. Bouton lo justificó alegando que su prioridad, en aquel momento, era cerrar en los mercados todas las posiciones que el operador había puesto en situación de riesgo. De no haberlo hecho, señaló, "las pérdidas podrían haberse multiplicado".

Ahora, tras acusarlo públicamente del fraude, el banco ha despedido y denunciado a Kerviel, que ayer no pudo ser localizado. A su vez, un centenar de accionistas ha demandado al banco y la policía ha iniciado una investigación criminal.

Daniel Bouton, presidente de Société Générale, en su comparecencia para explicar el supuesto fraude.
Jérôme Kerviel.
Daniel Bouton, presidente de Société Générale, en su comparecencia para explicar el supuesto fraude. Jérôme Kerviel.EFE

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