Diez años de un proyecto que surgió del pacto entre PNV y PP
El 23 de enero de 1988 se acabaron 74 años de monopolio de Telefónica. Aquel día, en Euskadi ya se podía optar por otra compañía, aunque había que marcar más números de los habituales -el famoso prefijo 050- y las llamadas se limitaban a las interprovinciales e internacionales.
El nacimiento de Euskaltel respondió inicialmente a una apuesta política, al salir del pacto de legislatura sellado en 1996 por el PNV y el PP, algo impensable ahora. La telefonía era "un proyecto de país", según aseguraba el Gobierno vasco, una coalición de peneuvistas y socialistas. El proyecto dejaba a Euskaltel como única competencia de Telefónica, pues Retevisión, con cuya licencia operaba, se comprometía a no entrar en el País Vasco. El arranque de la compañía, con el naranja de bandera, fue espectacular: 20.000 llamadas el primer día, 60.000 clientes en el primer mes y 100.000 usuarios en cuatro meses. Buena parte de sus primeros grandes clientes fueron del ámbito institucional, a los que se unirían las cajas vascas, también en el accionariado de la empresa. Actualmente, la BBK y la Kutxa tienen más del 56% del capital.
La mayoría de las previsiones se cumplieron. Entonces se hablaba de llegar al "utópico" 20% del mercado en diez años y ahora, según los últimos datos, posee ya el 26% de la cuota por ingresos en el País Vasco. El entonces director general, Carlos Lambarri, preveía entrar en beneficios en 2001, pero hubo que esperar a 2003. "Si hace falta, pongo de mi bolsillo unos euros", apostó a mitad de ejercicio el ya primer ejecutivo García Erauzkin. Al final se ganaron 252.000 euros.
Inversión en red propia
La apuesta por la inversión en una red propia fue una de las señales de la compañía, que aseguraba que utilizando las líneas de Telefónica la competencia sólo sería posible en precio e impediría ofrecer productos diferentes. Fue el primer operador alternativo con una oferta integral, con telefonía fija, móvil, Internet y televisión. Para ello ha tenido que dedicar 1.300 millones de euros, la mayoría para su red de fibra óptica que alcanza los 255.000 kilómetros. Los 48 millones de déficit que tuvo la compañía en 2000 se han trocado en 33 millones de beneficio el año que acaba de terminar.
El de 2007 ha sido un ejercicio muy complicado, tras romper en 2006 su alianza en móviles con Orange y convertirse en operador virtual con la red de Vodafone. A corto plazo, ha tenido su coste, aunque Euskaltel se ha quedado con 260.000 de los 400.000 clientes de móvil que tenía antes de la ruptura.
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