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El IVAM abre sus puertas al fetichismo de Elmer Batters

Exhibe una muestra de 66 imágenes del fotógrafo estadounidense

Por primera vez en España, la obra de un fotógrafo que trabajaba en revistas eróticas colgará de las paredes de un museo. El IVAM abre hoy la más amplia exposición jamás vista en nuestro país de Elmer Batters (Milwaukee, 1919-California, 1997), que permanecerá abierta hasta el 2 de marzo. Las 66 fotografías de este peculiar artista que el IVAM muestra desde hoy en sus salas fueron realizadas entre los años 1950 y 1988.

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Lo curioso del caso es que Batters no tenía intenciones artísticas a la hora de fotografiar a sus modelos, al menos en sus inicios. "Engañaba a sus amigas para que posaran para él, con la excusa de que lo único que iba a mostrar eran sus pies y sus piernas, las fotografiaba y después se autoeditaba en el garaje de su casa", cuenta el periodista José María Ponce, quien publicó en España una de las primeras revistas de temática fetichista, la mítica Sadomaso, en la década de los ochenta. Después de ese proceso, Batters vendía sus fotos por correo a particulares de forma clandestina.

A finales de los cincuenta y principios de los sesenta, Batters comenzó a publicar sus propias revistas. La legendaria Leg Art, una publicación de pequeño formato que mostraba fotografías en blanco y negro, o Man's Favorite Pastime, de la que se vendieron 5.000 copias, se llenaron entonces de las imágenes de pies y piernas que trazaba Batters con su cámara. Eran las suyas fotografías inocentes, en las que, al contrario de otros artistas cercanos al fetichismo, no había ni elementos de dominación ni hombres. Solo una o dos mujeres, retratadas con un gran angular, y con los pies como elemento central de la imagen. "Una fotografía centrada en su obsesión por los pies y las piernas, en las que incluso los zapatos no suponen un elemento morboso, sino que son mero atrezo", opina Ponce.

Batters tropezó con los rigores de la censura de la época. Y eso que, en sus tiempos, no existía la prohibición expresa de representar pies o piernas. Pero su particular visión de esa parte de la anatomía femenina le acarreó diversas denuncias por obscenidad, que le llevaron a abandonar la autoedición de revistas y a centrarse en la venta a particulares, a medida que perfeccionaba su técnica, y a los trabajos por encargo. Uno de sus compradores, el editor alemán Benedikt Taschen, completó una colección de más de 80 obras, parte de las cuales se verán en el IVAM a partir de hoy, y editó dos libros monográficos que descubrieron al mundo un artista insólito.

El periodista Luis Vigil publicó las primeras fotografías que se vieron en España de Elmer Batters. Lo hizo en la revista Tacones altos, versión autóctona de Leg Show, la publicación que reivindicó al fotógrafo de Milwaukee como uno de los grandes artistas eróticos del siglo XX, a mediados de los noventa. "Aquellas fotos tenían el encanto de lo antiguo, porque Batters es, sobre todo, el fruto de su tiempo, un hombre que responde a las exigencias del mercado en aquellos tiempos y cuyo principal valor es que hacía fotografía erótica con su fetiche particular, que era el pie", dice Vigil.

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